Economía/Motor.- Renault advierte que el fondo común de emisiones que plantean otros fabricantes debilitará la industria
MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
El grupo Renault advierte de que el fondo común de emisiones de dióxido de carbono que platean algunos fabricantes de vehículos para evitar las multas por la aplicación de la normativa europea 'CAFE' podría debilitar a la industria automovilística europea en el medio y largo plazo frente a las estadounidenses, pero sobre todo, frente a las asiáticas.
Así lo ha reconocido la compañía francesa, según informan medios locales consultados por Europa Press, desde donde aseguran que están en posición de cumplir con los objetivos climáticos comunitarios sin necesidad de acogerse a estos mecanismos de mancomunación de emisiones.
El posicionamiento de la compañía que dirige el italiano Luca de Meo surge después de que Stellantis, Toyota, Ford, Mazda y Subaru se hayan planteado unir sus emisiones de carbono con las de Tesla para cumplir con las normas de la Unión Europea mientras que Mercedes-Benz, Volvo y Smart tienen previsto hacer lo propio con Polestar.
En todo caso, lo que sí demandan desde Renault es a Bruselas una mayor claridad sobre el futuro de la hoja de ruta climática que tiene previsto aplicar la Comisión Europea que dirige la alemana Úrsula Von der Leyen.
Por el momento, desde el pasado 1 de enero, la normativa 'CAFE' (Emisiones de Combustible Medias Corporativas, por sus siglas en inglés) establece que las emisiones de dióxido de carbono bajarán a 93,6 gramos por kilómetro de los coches vendidos en los 27 países de la UE.
Asimismo, aquel fabricante que incumpla puede verse sancionado con hasta 95 euros por cada gramo excedido según la ley, lo que abre la puerta a multas multimillonarias contra las marcas automovilísticas que no consigan alcanzar los objetivos de ventas de vehículos 'cero emisiones' recogidos en el reglamento comunitario.
A partir de ahora, la normativa 'CAFE' exige que la media de emisiones de CO2 en los vehículos de cada fabricante se reduzca en un 15% en comparación con los niveles de inicio de década. El límite que entra en vigor este 2025 se reducirá aún más, estableciéndose en 49,5 gramos de CO2 por kilómetro, con el ánimo de implementar en 2035 la prohibición de facto de las ventas de vehículos de combustión de gasolina y diésel.