Economía/Motor.- El ministro de Economía alemán inicia este viernes su viaje a China en la antesala de los aranceles
MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
El ministro de Economía de Alemania, Robert Habeck, visitará este viernes China en una gira por Asia marcada por la crisis comercial abierta entre la Unión Europea y el gigante asiático, así como la escalada de tensiones por el mar de la China Meridional.
A principios de semana, en Berlín, el responsable de la cartera económica del Gobierno de Olaf Scholz aseguró que esta visita oficial se producía en un de los momentos más tensos desde que se abrieran contactos diplomáticos con Pekín hace ya más de medio siglo.
Habeck tratará de calmar los ánimos con el Ejecutivo de Xi Jinping después de que la Comisión Europea propusiera a los Estados miembros la semana pasada la imposición de aranceles a las importaciones de vehículos procedentes del gigante asiático, acusando a los fabricantes de operar en un régimen de competencia desleal por las subvenciones estatales que reciben para la producción de coches.
De no alcanzar una solución antes, la entrada en vigor de los aranceles se producirá este próximo 4 de julio. De momento, las autoridades chinas han anunciado una investigación similar sobre la carne de cerdo importada de los países comunitarios.
El Ministerio de Economía germano aseguró la semana pasada que el representante alemán no negociará el asunto en nombre de la Unión Europea durante la visita, aunque el propio Habeck llegó a reconocer ante los medios locales que el conflicto "tendrá sin duda un gran impacto en el viaje, aunque la Comisión lleva la iniciativa y dirige las negociaciones".
De hecho, el Gobierno alemán está intentando evitar que los aranceles entren en vigor y varios funcionarios del Gobierno de Scholz se muestran confiados en que el Ejecutivo comunitario dé finalmente marcha atrás y puedan encontrar una solución en las negociaciones directas que tienen previsto iniciar a puerta cerrada entre las autoridades europeas y las chinas.
RELACIÓN DE DEPENDENCIA
En estos momentos, la participación de China en las importaciones totales de automóviles puramente eléctricos a Alemania volvió a aumentar hasta el 40,9% en el último año, lo que hizo de Pekín "el país importador más importante en esta categoría de vehículos", según los datos de la Oficina Federal de Estadística.
El año pasado se triplicó el número de coches eléctricos importados a Alemania desde China. En total se importaron del gigante asiático 129.800 vehículos con propulsión puramente eléctrica por un valor de 3.400 millones de euros.
"Esto significa que las importaciones de coches eléctricos chinos se han triplicado en comparación con el año anterior, tanto en términos de cantidad como de valor", afirma la oficina de estadística. Desde 2020, las importaciones incluso se han multiplicado por diez en términos de unidades.
EL NEGOCIO DE LOS FABRICANTES
La industria ha estado advirtiendo durante los últimos meses del peligro de estas trabas comerciales para el futuro de sus operaciones en Asia, siendo los fabricantes alemanes los más expuestos a una posible guerra arancelaria y, en consecuencia, los que demandan una solución lo antes posible.
Mercedes-Benz es una de las automovilísticas con un mayor porcentaje de negocio en China. El gigante asiático y la región representan un tercio de las ventas de vehículos para el fabricante germano del segmento premium, esto son, uno de cada cinco coches vendidos por la marca en China se importan de Alemania, según sus últimos resultados anuales.
Asimismo, la marca del grupo Daimler exporta modelos como el Clase S y el Maybach a China, mientras que los modelos de gama media los produce localmente, por lo que no se verían afectados estos últimos por las propuestas del Ejecutivo europeo.
Por otro lado, el grupo BMW genera casi un tercio de las ventas de unidades en China, aunque acorde a sus últimos resultados, solo el 13% de las matriculaciones procedente de automóviles importados, principalmente, los más caros.
La germana cuenta con una participación del 75% en una 'joint venture' con la China Brilliance Automotive que produce coches para que los alemanes los ventan en China y el eléctrico iX3 para su exportación a Europa. En este caso, este último modelo sí que se podría ver afectado por los aranceles comunitarios.
En este caso, dentro del plan estratégico del grupo está ampliar la cuota de mercado en China hasta el 15% para 2030 y reducir los costes en 40% para poder competir en una mejor posición con las marcas chinas.
De hecho, BMW y Volkswagen han creado en los últimos meses una empresa conjunta con SAIC Motor para la producción de vehículos eléctricos en Shanghai a través de la cual van a invertir más de 4.675 millones de euros para expandir el desarrollo y la producción local.
Peor es el caso de Porsche, ya que el fabricante de automóviles de lujo registra casi el 25% de sus ventas en China, al menos, así fue durante el primer trimestre de 2024 y todas ellas con vehículos importados fabricados en Europa.