Tuit Traders | El teseracto
Agoniza el dieciocho en la orilla radiante de la historia, y salgo a su encuentro con mucho que agradecer. Mi mejor año en lo personal. Repaso la cuenta y me sale a devolver, historias que nunca voy a olvidar. Espectador en silla de ring durante el crash de Febrero desde un rascacielos de Nueva York, nadie de mi generación ha visto nunca un mercado bajista. Es el “que viene el lobo” de los que duermen con traje.
En 2008 yo tenía 16 años, pero te contaré un secreto: así como yo no volveré a mi adolescencia, la siguiente recesión no será como aquella. Ni será ahora. La mayoría te dirá que el mercado es proactivo, que anticipa, que descuenta. Si me preguntas a mí, te diré que es reactivo, que refleja. Como un tsunami después del terremoto. Como el trueno que anticipa el relámpago. Y cuando te digan que la depresión es inminente, pregúntales dónde está el seísmo.
Confundir corrección con cambio de ciclo es el común denominador de los que no saben jugar. Nadie nunca sabe, pero. El cambio es tan común que lo más habitual es que nada cambie. Cuando las dudas y el temor asalten al cochero y los caballos relinchen con inusitada furia, sube a un time frame mayor.
La cofradía del lamento sigue llorando las penas de aquel septiembre de bancos centrales y cajas de cartón, pero el big picture nos dice que hicimos suelo sólo seis meses después. Nunca nada es para tanto, te lo dice el tiempo.