Medidas extraordinarias para garantizar las pensiones
La caída del número de pensionistas provocada por el coronavirus ha puesto otra vez sobre la mesa la viabilidad del actual sistema de pensiones. Hasta el mes de septiembre el Estado tiene que asumir un gasto de más de 39.400 millones de euros para poder pagar las prestaciones de jubilación, viudedad, incapacidad permanente, orfandad y favor familiar a los más de 9,8 millones de pensionistas que tienen derecho. Esta realidad va a obligar a tomar medidas extraordinarias al Gobierno en verano tras el vaciado de la hucha de las pensiones.
El problema principal al que se enfrentan los políticos es que el gasto en pensiones sigue siendo superior al ingreso previsto por cotizaciones de la Seguridad Social. Cada trabajador realiza una aportación media mensual destinada al pago de prestaciones de unos 600 euros. Aunque en mayo hay 187.814 afiliados más a la Seguridad Social respecto al mes anterior, el total está casi un millón por debajo de los 19.442.113 registrados en el mismo mes de 2019. Es decir, en un año se han recaudado 7.000 millones de euros menos.
¿Qué va a pasar? La tentación es utilizar una parte del dinero que Bruselas va a dar a España dentro del Plan Europeo de Recuperación para garantizar el pago de las pensiones en los próximos 12 meses. El riesgo es que se sobrepasaría el límite del déficit utilizando unos fondos destinados a apoyar los sectores que sostienen el PIB español. No es un problema menor. Según cifras de Feelcapital, para hacernos una idea del coste de las prestaciones en 2021 se necesitaría casi el 84,45% de ese fondo para garantizar la viabilidad del modelo actual.
Ante esta tesitura, es más necesario que nunca resucitar el Pacto de Toledo y alcanzar un acuerdo político que permita modificar de una vez por todas el sistema de pensiones en España. Europa no va a permitir que el dinero destinado a la reconstrucción se emplee en el pago de estas prestaciones, y la creación de nuevos impuestos no es una solución lógica si pensamos en el volumen que haría falta para que el modelo fuera sostenible en el futuro.
Las vacaciones de los políticos están a la vuelta de la esquina, pero estos no pueden irse con los deberes sin hacer porque muchos millones de españoles pueden ver su futuro comprometido.