La formación financiera, determinante para los jóvenes inversores
Va a resultar determinante para afrontar con mejores perspectivas los retos que les esperan a nivel global
Siento reconocer que confío más en los jóvenes norteamericanos que en los españoles a la hora de afrontar y superar la crisis económica a la que nos enfrentamos debido al coronavirus, porque su nivel de formación financiera, mucho más elevado que el de nuestros compatriotas, va a resultar determinante para afrontar con mejores perspectivas los retos que les esperan a nivel global. Nuestros hijos, porque esta crisis va a durar varios años, van a tener serias dificultades para salir adelante si siguen así.
A nadie le sorprende ver en las películas de Hollywood cómo los estudiantes de EEUU tienen que compaginar sus estudios con trabajos en hamburgueserías, bares y tiendas de gasolineras para poder pagar sus gastos diarios. Eso forma parte de la cultura americana, algo realmente alejado de la realidad que vivimos en España. ¿Hay tantas diferencias respecto a Estados Unidos? Tajantemente, sí. Allí han aprendido desde niños lecciones sobre ahorro e inversión que saben aplicar en cuanto tienen uso de razón. Saben que para poder consumir tienen aprender a organizar sus finanzas, porque sus padres y los profesores en la escuela y la universidad les han educado desde pequeños para eso.
Uno de los objetivos que me planteé cuando lancé el primer Robo Advisor español, hace ahora seis años, fue el de acercar el mundo de los fondos de inversión a todos los españoles desde la formación, especialmente a los jóvenes nativos digitales. He de reconocer que pensé que el camino sería más fácil. Estas generaciones, cuyas vidas giran alrededor de aplicaciones online que les permiten comprar ropa, relacionarse, pedir comida a domicilio, escuchar música o aprender, no están usando la tecnología como se esperaba para mejorar sus conocimientos financieros, ni para invertir, ni para ahorrar.
En EEUU, un 10% de los inversores utilizan aplicaciones robóticas que les ayudan a manejar sus finanzas. La posibilidad de personalizar sus inversiones, la autonomía respecto a las entidades financieras, la transparencia en la información que reciben y un ahorro de costes hace que cada año más personas jóvenes utilicen estas herramientas. En España, sin embargo, poco más de 60.000 personas, con una franja de edad de entre 35 y 55 años, son usuarios de estas plataformas. De los más jóvenes, muy poco rastro aún.
Creo que es necesaria hacer esta reflexión para que los que se van poco a poco incorporando al mercado laboral sean capaces de tomar el control de su dinero y puedan elegir ellos mismo el futuro que quieran. Si se mantiene el analfabetismo financiero actual, una gran parte de la población tendrá hipotecado su futuro y será incapaz de tomar decisiones. Entonces esas decisiones las tomarán por ellos las entidades financieras.