Tuit Traders | Identidades
Actualizado : 09:39
El atardecer como causa frente a cualquier cosa. La magnitud de tu brillo cegador, como una sonrisa que cautiva la esperanza de un futuro mejor. El cielo despejado de un diciembre frío, tórridos abrazos bajo el edredón.
La familia y el amor: el que está y el que está por venir. Una copa de vino, otra noche blanca, una llamada perdida y una canción. Los zapatos en invierno y los besos en verano, como manda la tradición. La edad se pregunta, el nombre del perfume no.
Una camisa de algodón, pantalón cuadro de Gales y un abrigo elegante: fines de semana en soledad, estaciones en transición. Los domingos por la mañana y los domingos por la tarde, todos los días deporte. Gafas de sol y lectura, la copa del Dry y la Monty del Flash, café en Baluard, a cualquier hora.
Ante la duda todo al negro, ante la duda el pelo largo, mejor ‘con’ que ‘sin’ anillos en los dedos de alabastro. El traje ajustado, la camisa por dentro, y de mayo a septiembre los calcetines en el armario. Una copia de tu cuadro favorito en el salón, los muebles del color de la tierra y mucha vegetación.
Una vez al mes, entradas de cine y billetes de avión. Desayuno de cubierto y mantel son la misa de mi religión. Invertir en arte y en educación, porque jamás caducan. Un fondo indexado de mensual aportación, soldado del interés compuesto. Y un terreno frente al mar, que la inflación se ocupará del resto.