Divisas al compás de las materias primas
El repuntede los precios de las materias primas ha favorecido a las divisas de los países muy dependientes de este sector
Actualizado : 11:03
Uno de los movimientos clave entre las distintas clases de activos durante 2021 ha sido el fuerte aumento generalizado de los precios de las materias primas. Los futuros del crudo Brent han aumentado aproximadamente un 30%, pasando de 52 dólares por barril a 68 dólares, que es más o menos el nivel en el que se encontraban antes del estallido de la pandemia a principios de 2020. Pero también hemos visto un comportamiento similar desde principios de año en el precio de los metales, con importantes subidas en el aluminio (+18%), el cobre (+28%) y el hierro (+24%), los dos últimos hasta alcanzar máximos históricos, y en el de los productos agrícolas, con escaladas también históricas en el caso de la madera (+66%) la colza (+40%) o el maíz (+34%).
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La lira turca se descabalga de un verano prometedor para las divisas emergentesEntre los factores que han impulsado tal ascenso está, sin duda, una recuperación económica mundial más rápida de lo previsto, que se ha visto beneficiada por programas de vacunación contra la COVID-19 más rápido de lo esperado, con la consiguiente relajación de las restricciones en los últimos meses en la mayoría de las principales economías mundiales. Todo ello ha despertado la esperanza en una pronta recuperación económica entre los inversores y ha hecho que los analistas corrijan al alza sus previsiones sobre el crecimiento mundial para 2021.
Además, hay que tener en cuenta que la mayor demanda de materias primas por parte de los agentes económicos se produce en un entorno de escasez de oferta al que ha contribuido un periodo de reducida actividad de exploración y desarrollo desde 2014, alentada por los bajos precios de las materias primas a partir de esa fecha. Si a esto sumamos unas políticas monetarias y fiscales muy acomodaticias con el fin de reactivar las economías -la Reserva Federal, por ejemplo, no prevé subir los tipos hasta 2024, a pesar del fuerte aumento de las presiones inflacionistas- el cóctel para cebar la espiral alcista de precios está servido.
Como es lógico, el repunte experimentado por los precios de las materias primas ha favorecido a las divisas de los países muy dependientes del sector primario. Dos de las principales divisas que mejor se han comportado en lo que va de año han sido el dólar canadiense (+5,2% frente al USD) y la corona noruega (+2,3%), las más dependientes de las materias primas de las del grupo G10. A pesar de todo, la ralentización de la vacunación en estos países ha frenado la confianza en sus divisas, como muestra el índice MSCI de divisas de mercados emergentes, que sólo ha subido un 2% en lo que va de año.
En este contexto, cabe pensar que hay margen para que las materias primas sigan subiendo en lo que queda de 2021, e incluso podríamos ver más aumentos en los precios una vez que se levanten las restricciones en mayor medida en los países desarrollados, lo que generaría un entorno propicio para las subidas de las divisas de los mercados emergentes a expensas del dólar americano, en particular en aquellas que dependen de las materias primas.
Si analizamos el comportamiento histórico de las divisas de los principales mercados emergentes frente al dólar en relación con los precios de las materias primas, se aprecia que la mayoría se encuentran infravaloradas. Así nos encontramos con que el real brasileño cotiza un 67% por debajo del valor que le correspondería según los precios de materias primas; el peso colombiano un 30%; el rublo ruso un 25% o el peso chileno un 14%. En definitiva, todo apunta a que continuará la escalada de las monedas de mercados emergentes, la mayoría de las cuales, como vemos, parecen bastante baratas en su correlación con las materias primas.