El desplome de los bonos del Tesoro a largo plazo alcanza niveles de la burbuja de las puntocom
Son muy sensibles a la evolución de los tipos de interés
La subida de tipos más agresiva de la Reserva Federal (Fed) en décadas, unida a los bajos rendimientos iniciales de los bonos y a un creciente déficit presupuestario público, ha provocado enormes pérdidas en el mercado del Tesoro durante los dos últimos años. La mayor parte de este impacto se ha dejado sentir en los bonos a largo plazo, que son muy sensibles a la evolución de los tipos de interés y se enfrentan ahora a pérdidas comparables a algunas de las caídas de mercado más importantes de la historia financiera de Estados Unidos.
Los bonos con vencimientos a diez años o más han caído un 46% desde su máximo en marzo de 2020, según datos de Bloomberg. Esa cifra es apenas inferior a la caída del 49% de las acciones estadounidenses tras el estallido de la burbuja de las puntocom a principios de siglo. La caída de los bonos a 30 años ha sido aún mayor, del 53%. Se acerca a la caída del 57% de las acciones en el punto álgido de la crisis financiera mundial.
Es más, las pérdidas actuales de los bonos del Tesoro a largo plazo son más del doble de su siguiente mayor caída, que se produjo en 1981, cuando la guerra del banco central estadounidense contra la inflación llevó los rendimientos a diez años a casi el 16%. (Las pérdidas de hoy también eclipsan la caída media del 39% observada en siete mercados bursátiles bajistas de EE.UU. desde 1970, incluida la caída del 25% del S&P 500 el año pasado, cuando la Reserva Federal empezó a subir su tipo de interés oficial de casi cero a más del 5% en la actualidad.
La clave es que, aunque la deuda pública estadounidense se considera una de las inversiones más seguras, los bonos con vencimientos largos pueden ser volátiles y propensos a grandes caídas. Cuanto mayor sea el vencimiento del bono, mayor será su sensibilidad a las variaciones de los tipos de interés. Así, mientras que estos bonos funcionan especialmente bien cuando los tipos bajan, a menudo se ven afectados cuando los bancos centrales suben los tipos de forma agresiva.