Las apps que alertan de radares y controles de tráfico, en el punto de mira de la Guardia Civil

Las aplicaciones móvil han cambiado muchos aspectos cotidianos de los usuarios. El acceso a la gran nube ha permitido un flujo constante e infinito de información de todo tipo que puede ser utilizada tanto para bien como para mal. Una de las últimas modas son las comunidades de conductores a través de las cuales unos avisan a otros de cosas tan necesarias de conocer para los conductores como atascos o incidentes en la carretera, aunque no es su único uso.

Este tipo de aplicaciones alertan sobre la situación del tráfico, accidentes, controles policiales, vías bloqueadas, peligros meteorológicos...

Aplicaciones como Coyote, Social Drive y Waze se han popularizado entre los conductores y su éxito va a más. Esta última es una de las más populares a escala mundial y en España, entre otros motivos por el impulso que le da ser un producto de Google y contar con todo su soporte tecnológico, Google Maps entre ellos. El gigante de Internet asegura, en su página web, que la comunidad comparte activamente cosas como la situación del tráfico, accidentes, controles policiales, vías bloqueadas, peligros meteorológicos y mucho más dependiendo de cada aplicación. “Waze recopila esta información, la analiza instantáneamente y la revierte a los demás ‘wazers’, nombre con el que se conocen a los miembros de la comunidad, para ofrecerles la ruta óptima a sus destinos, durante las 24 horas del día”, según confiesa la propia compañía.

Aunque estas aplicaciones se pueden utilizar y aprovecharse de toda la información disponible sin necesidad de ser un usuario activo, todo está pensado para que colaborar en la comunidad sea fácil y no genera pereza en los usuarios el proceso de introducir nueva información. La manera más fácil de mejorar Waze es simplemente conducir con la aplicación activada. Incluso si no estás usando Waze para que te guíe, Google pide a los usuarios que tengan la app conectada “no tienes que hacer nada más”, prometen.

ALERTA SOCIAL

Hace apenas un mes que un accidente de tráfico hizo saltar todas las alarmas. Dos motivos hicieron que el atropello a seis miembros de un equipo de triatlón de Xàbia en la carretera N-332, que le provocó la muerte a dos ellos, se convirtiera en objeto de profunda reflexión. Por un lado, la inseguridad y los frecuentes casos de atropellos a ciclistas han provocado la DGT trabaje en campañas de sensibilización y duras sanciones contra los conductores que no cumplan con las medidas de seguridad a la hora de circular junto a los ciclistas.

Por otro lado, la investigación descubrió que la conductora, una joven de 28 años bajo los efectos del alcohol, había logra evitar los tres controles de alcoholemia montados en la zona en las horas previas al accidente gracias al uso de aplicaciones como Waze.

Casos como estos, en los que la información que recopilan las apps es utilizada por personas que únicamente pretenden cometer un delito ya sea conduciendo a más velocidad o circulando bajo los efecto del alcohol, es lo que ha hecho saltar todos las alarmas de Policía, Guardia Civil, DGT y han provocado una alarma social.

En una sociedad cada vez más basada en los datos, este tipo de aplicaciones abren dos problemáticas puesto que igual que se plantean formas para asegurarse de que la información no pueda ser usada para cometer delitos y evitar las pertinentes sanciones también existe un grave problema de seguridad con los reportes de información. En 2014, dos jóvenes israelíes, estudiantes de informática, lograron diseñar una red de usuarios falsos en Waze que reportaron a la app falsos informes de tráfico que provocaron importantes atascos que tardaron varias horas en descongestionarse. Waze tomó nota de aquello y trabaja desde entonces en vulnerabilidades que hagan menos creíble a la aplicación.

MEDIDAS ANTIAPLICACIONES

Publicar en Internet el lugar en que se está realizando un control no está tipificado como infracción

Publicar en Internet el lugar en que la Policía o la Guardia Civil están realizando un control de alcoholemia o han fijado un radar móvil para controlar la velocidad no está tipificado como infracción o delito en la legislación española, aunque los cuerpos de seguridad han comenzado una campaña para procurar que esta información deje de circular por la red o se pueda sancionar a quien la comparta. No todas las aplicaciones de comunidades de conductores informan sobre los mismos incidentes. En Waze sí es posible avisar sobre un control policial y en cambio Coyote se limita a radares móviles, atascos, accidentes, condiciones meteorológicas adversas y objetos en la vía.

Por el momento, la primera medida llevada a cabo por la Guardia Civil de Tráfico ha sido la implementación de lo que se podrían llamar ‘controles exprés’. Las patrullas encargadas de llevar a cabo estos dispositivos han comenzado a contar con estas aplicaciones. El objetivo es saber si han sido descubiertos, en caso de que descubran que alguna de estas aplicaciones ha dado la voz de alerta, las patrullas deshacen el control y se mueven a otro desplazamiento.

La medida de tener que mover controles para evitar ser identificados no es sino una solución rápida a un problema mucho más importante. La polémica no es sólo una cuestión de España, en Estados Unidos y otros países europeos se pueden recoger testimonios de diferentes cargos policiales que denuncian que estas aplicaciones les impiden llevar a cabo su trabajo de una forma correcta.