La increíble historia del creador de Meerkat, la app que podría ganar terreno a Twitter

Ben Rubin, un joven israelí, trabajaba para Intel. Pero un día, cansado de la compañía, dijo “basta” y se dedicó a hacer la guerra por su cuenta. Fue en estas cuando dio con la idea de crear Merkaat, una aplicación que ha sido utilizada por programas de televisión, famosos o marcas y que ha provocado la reacción de un hasta ahora incuestionable Twitter.

Y es que la red social de microblogging ha visto en Merkaat (que en castellano significa suricato) a un verdadero competidor capaz de ganarle terreno. Pero, ¿de dónde viene este curioso invento? Rubin, de 27 años, quería crear una herramienta para compartir muchos de los detalles de la vida privada con los seres más cercanos, según ha informado el portal AETecno.

PARA PERSONAS NORMALES

“Se trata de llevar a las personas que se interesan por ti, no de hacerse una foto y decir 'mira lo que hice'”, ha asegurado a The Guardian, según declaraciones publicadas en el portal de América Economía. En este sentido, Rubin ha reconocido que Merkaat se diseñó pensando en las personas normales que querían informar de su vida a través de Twitter.

Pero se llevó una gran sorpresa. Y es que su aplicación, que de momento solo está disponible para iOS, se ha convertido en una de las herramientas favoritas de programas de televisión, famosos o marcas comerciales. Sin embargo, este éxito no ha gustado nada en la red social del pajarito, que ha restringido varios permisos y ha limitado las acciones de este 'suricato'.

El funcionamiento de la aplicación es simple. Hasta que Twitter aplicó las restricciones, Meerkat avisaba a los usuarios cada vez que un contacto de Twitter hacía un 'streaming'. Sin embargo, ahora solo es posible enterarse de este tipo de eventos si se detecta el tuit en el que se anucnia.

JOVEN 'INCONTROLABLE'

Rubin lanzó hace tres semanas una app que desarrolló en tan solo dos meses. Desde que la idea viera la luz, no ha dejado de crecer como la espuma. Este éxito va en muy en línea a su forma de ser, ya que este joven, que empezó a estudiar arquitectura, se define a sí mismo como “incontrolable”.

El innovador israelí ha reconocido que no disfrutó de una gran experiencia en Intel, motivo por el que se decidió a montárselo por su cuenta. “Estaba en Intel. Todo parecía tan roto. Después de seis meses, un año, comienzas a desarrollas todo ese odio: ¿Por qué tengo que hacer esto? Es tan estúpido”, ha señalado en su entrevista al rotativo británico.

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