La competencia digital de los alumnos de Samsung Smart School crece un 12,5% con el pensamiento computacional
MADRID, 5 (Portaltic/EP)
La competencia digital de los alumnos del programa Samsung Smart School ha crecido un 12,5 por ciento con la introducción del pensamiento computacional y la iniciación a la programación en el curso 2018-2019 del programa Samsung Smart School.
Con la integración de este tipo de razonamientos, los alumnos utilizan más el pensamiento crítico, se acercan a los contenidos curriculares de una manera novedosa, al tiempo que aumenta su motivación a la hora de afrontar nuevos retos, como han destacado desde Samsung en la presentación del estudio, en el marco de la feria SIMO Educación 2019.
Del estudio se deriva que, en cuanto a la correlación entre el desarrollo competencial y el rendimiento académico, generalmente mayores niveles de competencias van unidos a notas más altas en las cuatro asignaturas analizadas: lengua, matemáticas, ciencias de la naturaleza y ciencias sociales.
En lo relativo al género, cabe destacar que las niñas comienzan tanto en 5º como en 6º de primaria con niveles competenciales inferiores tanto en materia digital como en la competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología.
No obstante, durante el programa las alumnas experimentan un mayor incremento en ambas competencias, que hace que, al finalizar el curso, las diferencias de rendimiento entre ambos sexos sean ínfimas, reduciéndose así la brecha de género existente en estas disciplinas.
Para Áurea Anguera de Sojo, doctora en Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la UPM y directora del estudio, la introducción de la tecnología en el aula "ha sido un acierto". Su enfoque se ha dirigido a la integración en distintas materias del currículo de 5º y 6º de EP, lo que enriquece mucho los resultados de esta experiencia", asegura.
En relación con la brecha digital de género, Anguera de Sojo ha señalado que "dentro del estudio, ha sido especialmente significativa la evolución de las niñas en las competencias más ligadas al ámbito tecnológico, con un incremento muy notable y mayor que el de los niños a lo largo del curso, como se demuestra en los datos analizados".
Los resultados obtenidos en el estudio confirman el impacto positivo de la introducción de la tecnología en las aulas que ofrece el programa Samsung Smart School. "Desde su puesta en marcha, ya hemos formado a más de 700 docentes y 4.000 alumnos en 108 aulas de 34 centros educativos repartidos por todo el territorio nacional", ha señalado la responsable de Ciudadanía Corporativa de Samsung, Elena Díaz-Alejo.
Este curso, además, la incorporación del pensamiento computacional y la programación han dado un impulso a los resultados académicos del alumnado en términos de desarrollo competencial y calificaciones, fomentando además el trabajo colaborativo, la autonomía personal, el razonamiento lógico y el aprendizaje en comunidad.
Para la elaboración del estudio se ha tomado una muestra de 1.273 alumnos cuyas edades oscilan entre los 10 y los 14 años. En concreto, han participado un 52 por ciento de niños y un 48 por ciento de niñas de 25 centros educativos de 13 Comunidades Autónomas.
Así, se ha analizado el impacto de la tecnología en el desarrollo educativo mediante el análisis de cuatro competencias y su correlación con las calificaciones numéricas obtenidas por el alumnado. Además de las competencias que ya se medían otros años -lingüística, aprender a aprender y digital-, este año se ha comenzado a medir la competencia matemática y la competencia básica en Ciencia y Tecnología.
Los datos obtenidos en el estudio revelan un incremento de las competencias medidas a lo largo del curso 2018-2019. La que más ha crecido es la competencia digital, que entre septiembre y junio se ha incrementado un 12,5 por ciento de media entre el alumnado de 5º y 6º de primaria.
Le sigue la competencia matemática y la competencia básica en Ciencia y Tecnología que, en su primer año de medición, ha crecido un 7,9 por ciento y la de 'aprender a aprender', que ha aumentado un 7,3% a lo largo del año. En última posición se sitúa la de comunicación lingüística, que ha ascendido un 6,5 por ciento.