WWF alerta de que la destrucción de la naturaleza y el cambio climático amplifican las enfermedades
MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
WWF alerta de la necesidad urgente de frenar la extinción de especies, conservar los ecosistemas, reducir la huella ecológica, luchar contra el cambio climático y asumir que la salud de los humanos depende de la salud del planeta, ante la vinculación directa entre la destrucción de la naturaleza y el cambio climático y el aumento de pandemias como la provocada por el COVID-19.
La ONG ha publicado un informe 'Pérdida de naturaleza y pandemias', en el que recuerda que el 70 por ciento de las de las enfermedades humanas tienen origen zoonótico. Por ello, la alteración del equilibrio de los ecosistemas naturales por la destrucción directa del hábitat, pérdida de biodiversidad, tráfico de especies, intensificación agrícola y ganadera, sumado a los efectos amplificadores del cambio climático, aumentan notablemente el riesgo de aparición de enfermedades transmisibles al ser humano.
"La salud de los humanos depende de la salud del planeta", asegura la ONG que insiste en que es urgente frenar la extinción de especies, conservar los ecosistemas, reducir la huella ecológica, luchar contra el cambio climático.
Si bien, señala que la "prioridad" es detener la expansión del virus y luchar "con todos los medios posibles para salvar todas las vidas posibles" y manifiesta su solidaridad con "todas las víctimas" de la pandemia.
Por ello, valora que después de esta emergencia sanitaria "sin precedentes" será necesario replantearse la prevención y lucha contra futuras pandemias porque esta crisis está directamente vinculada con la destrucción del planeta.
La ONG recuerda que el 70 por ciento de las enfermedades humanas tienen origen zoonótico, es decir, están producidas por microorganismos patógenos que se transmiten al hombre a través de una especie animal. Virus y bacterias conviven con nosotros desde siempre y se distribuyen entre las distintas especies sin afectar al ser humano en hábitats bien conservados.
Por ello, cuando la naturaleza se altera o destruye, se debilitan los ecosistemas naturales y se facilita la propagación de patógenos, aumentando el riesgo de contacto y transmisión al hombre, con los consiguientes efectos negativos sobre la salud.
El estudio desgrana como el tráfico de especies, su consumo y contacto directo con restos de animales silvestres, expone a los humanos al contacto con virus u otros patógenos de los que esos animales pueden ser un huésped o vector.
Precisamente, la "víctima más afectada del mundo por el tráfico de especies, el pangolín, podría haber sido el vector que ha desencadenado la actual pandemia del coronavirus, al consumirse en China y otros mercados asiáticos.
Por otro lado, asegura que la destrucción de los bosques por las talas, la minería, la construcción de carreteras y el aumento de población, no solo provoca la desaparición de especies, sino también que las personas tengan un contacto más directo con especies de animales con las que nunca habían tenido contacto y, de esta forma, también con las enfermedades que puedan albergar.
Otro de los riegos llega por la intensificación agrícola y ganadera, que provoca destrucción de hábitats y pérdida de biodiversidad, por lo que también es un factor importante en la propagación de zoonosis.
Al mismo tiempo que todo lo anterior, WWF menciona especialmente al cambio climático en su informe, porque amplifica las principales amenazas que afectan a la biodiversidad y favorece la expansión de virus y bacterias, debido a su preferencia por ambientes húmedos y cálidos, facilitando la aparición de determinadas especies en nuevas áreas donde pueden llevar enfermedades antes desconocidas o desaparecidas.
Por ello, el secretario general de WWF, Juan Carlos del Olmo, insta a la población a creerse y asumir "de una vez por todas" que la salud de la humanidad depende directamente de la salud del planeta.
"Igual que debemos invertir más y cuidar al máximo nuestro sistema de salud pública, debemos al mismo tiempo tomarnos en serio la protección de la naturaleza, que es nuestra mayor fuente de bienestar y la mejor defensa posible contra muchas posibles pandemias", concluye.