Los juzgados gallegos estarán equipados en 2020 para evitar que víctimas y maltratadores se vean
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 20 (EUROPA PRESS)
El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha asegurado que en los próximos tres años se llevarán a cabo obras en las dependencias judiciales de Galicia para conseguir que todos los juzgados estén equipados de modo que las víctimas de violencia de género puedan evitar encontrarse con su maltratador cuando vayan a prestar declaración.
En respuesta a una interpelación formulada por la diputada de Común da Esquerda Carmen Santos, el número dos del Ejecutivo autonómico ha subrayado que existe un plan de obras para dotar de instalaciones separadas a los órganos judiciales que, en la actualidad, no disponen de entradas o salas que permitan a las víctimas no ver a su agresor.
De este modo, ha indicado que en 2019 se han llevado 14 actuaciones en distintas dependencias judiciales de Galicia y que para el próximo año están previstas otras doce, mismo número que las proyectadas para el año 2020, cuando la Xunta espera que todos los edificios judiciales estén equipados para evitar esta problemática.
Por otro lado, ante la crítica de la parlamentaria de Común da Esquerda sobre la "carencia" de juzgados específicos de violencia de género en Galicia, Alfonso Rueda ha manifestado que la Xunta "sí" ha trasladado al Ministerio de Justicia, a través de la comisión mixta, que están dispuestos a asumir nuevos órganos en la comunidad.
"Siempre que se nos ofrecieron nuevos órganos dijimos. Como también dijimos que se había una comunidad autónoma que no quería asumir ese gasto, nosotros lo haríamos sin problemas", ha señalado Rueda, que ha lamentado que no se lleve a cabo la "comarcalización" de los juzgados en Galicia.
"Nos gustaría que abrazasen tanto esa reclamación (nuevos juzgados) como hicieron con los 700 millones", ha aseverado Carmen Santos, que ha criticado la "falta de recursos" para implementar las medidas incluidas en el Pacto de Estado contra la violencia de género, entre ellas, la propia separación de las dependencias judiciales para evitar los encuentros entre víctima y agresor.