Los fallecidos en Galicia ascienden a 314 tras nueve muertes más en hospitales
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 10 (EUROPA PRESS)
Las víctimas del COVID-19 en la comunidad gallega ascienden ya a 314, tras confirmarse nueve nuevos fallecidos en las últimas horas que estaban ingresados en hospitales de Galicia.
Con estos casos, el número de muertes registradas en estos centros sanitarios desde el inicio de la pandemia alcanza las 253 personas, a las que se unen otras 61 producidas en residencias de la tercera edad.
Todos estos nueve fallecidos presentaban patologías, según datos del Sergas. Dos de ellas eran mujeres de 71 y 87 años y otros dos varones de 77 y 88 años, ingresados en el Complexo Hospitalario da Coruña.
Por otro lado, un hombre de 59 años ingresado en el CHUS y una mujer de 87 en La Rosaleda, ambos en Santiago. El resto de casos han sido una mujer de 81 años en el Hospital de Verín, otra de 94 anos en el Hospital de Valdeorras y e un varón de 90 anos en el Hospital da Mariña.
El cómputo de fallecidos en hospitales se sitúa así en 253. Con los últimos datos añadidos, áreas sanitarias, ascienden a 74 en A Coruña, 51 en la de Vigo, 49 en Ourense, 34 en Santiago, 16 en Ferrol, 18 en Lugo y 11 fallecidos en la de Pontevedra.
RESIDENCIAS DE MAYORES
En el caso de las residencias de la tercera edad, el número de fallecidos a causa del coronavirus ha ascendido a 61 víctimas en estas instalaciones,
Desde que se inició la alerta por la pandemia, han muerto 16 mayores en el centro DomusVi de San Lázaro, 13 en el DomusVi de Cangas, otros 11 en la residencia Nuestra Señora de la Esperanza, 8 en la DomusVi del barrio vigués de Barreiro, uno en la residencia Moledo (Vigo), 6 en El Portazgo (A Coruña), uno en el Fogar Bellolar, otro en la residencia de Castro Caldelas, uno más en Remanso Claudina-Somoza (A Coruña), uno en San Carlos de Celanova, otro en la residencia Divino Maestro (Ourense) y uno en la residencia de Bande.
Según los datos trasladados por Sanidade, del total de 314 fallecidos por la pandemia, al menos 117 son muertes vinculadas con centros residenciales. Es decir, si 61 fallecieron en las propias residencias, otras 56 personas usuarias de estos centros lo hicieron en hospitales o en las llamadas residencias integradas.