La patronal de las autoescuelas propone cambiar el modelo de tasas para la realización de exámenes de conducir

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Europa Press | 07 may, 2020

MADRID, 7 (EUROPA PRESS)

La Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), que representa a los empresarios del sector de las autoescuelas, ha propuesto una serie de medidas económicas y laborales para "dinamizar y reactivar el sector", paralizado como consecuencia de la pandemia de coronavirus.

Entre estas medidas, presentadas a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) para que las incorpore a las negociaciones con la Administración, tras reuniones con distintos agentes del sector, se encuentran el cambio de modelo de pago de tasas a la Dirección General de Tráfico (DGT).

Actualmente, se pagan unas tasas a la Administración de 92,20 euros, que dan derecho a tres convocatorias (entre el teórico y el práctico). De este modo, si el aspirante a conductor aprueba a la primera el teórico, tendría dos oportunidades más para obtener el carné, en este caso, del práctico, pudiendo así suspender en el primer intento y aprobarlo en el segundo. Lo mismo sucedería si el aspirante suspendiese el teórico: tendría otra oportunidad más para aprobarlo pero luego tendría una única oportunidad para aprobar el práctico. En caso de suspender dos veces, se tendrían que abonar de nuevo estas tasas.

Esto plantea que los aspirantes que han aprobado a la primera tanto el teórico como el práctico paguen lo mismo que aquel que agota las tres convocatorias.

Para evitar esto, la CNAE propone que las tasas se abonen por prueba de examen para sacarse el carné de conducir, pero no pagando 92,20 por cada prueba a realizar, sino abonando lo correspondiente por aprobado. De esta manera, quien aprobase a la primera cada prueba, tendría que abonar unos 60 euros en tasas y no 92,20 euros por una tercera convocatoria que no necesitará. Saldría a poco más de 30 euros la realización de una prueba.

Además del cambio de modelo de tasas, la CNAE pide liquidez para empresas, autónomos y ciudadanía a través de herramientas de financiación y/o subvención; reducir el gravamen del 21% del permiso de clase B, por no ser artículo de lujo, sino uno necesario para el acceso y desempeño de puestos de trabajo; ayudas económicas para el pago de locales y pistas de prácticas; y ayudas fiscales y subvenciones específicas para zonas de la denominada 'España vacía'.

Con respecto a medidas laborales, la CNAE pide flexibilidad para la incorporación progresiva de la plantilla según demanda; que el reinicio de la actividad sea completa y global, a nivel teórico y práctico, acompañado en paralelo por las administraciones que la inspeccionan y evalúan, como Tráfico y Fomento; y especial atención a la cuota mensual de los afectados por ERTE que no pueden solicitar el cese de actividad.

Asimismo, proponen la ampliación de los plazos de validez de las inspecciones para los vehículos de autoescuelas y la ITV extraordinaria para los nuevos vehículos.

La Confederación pide estas ayudas porque "el sector vive una situación crítica". "A la crisis económica de 2008 se le sumaron las huelgas de examinadores de 2015 y 2017, especialmente esta última que mantuvo durante seis meses paralizada la actividad", recuerda la CNAE, que asegura que los centros de formación vial son en su mayoría microempresas con alta competencia de precios y escasos márgenes de rentabilidad.

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