La mayoría de las víctimas de trata atendidas por Proyecto Esperanza son de nacionalidad nigeriana
MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
La mayoría de las víctimas de trata atendidas por Proyecto Esperanza proceden de África Subsahariana, especialmente de Nigeria, que recientemen ha desbancado a la India como el país con más habitantes pobres del planeta, casi 100 millones.
Según ha manifestado a Europa Press la coordinadora de Proyecto ESPERANZA, Marta González, la falta de oportunidades en el país también provoca que muchas mujeres nigerianas caigan en estas redes. "Ellas siempre expresan que en Nigeria no tienen dinero, que no cuentan en la sociedad, tienen una sensación de desprotección, de ser invisibles o insignificantes y de no tener ningún valor social", recalca. Además del matrimonio forzoso, en Nigeria la mutilación genital femenina se practica de manera habitual, pese a no ser legal.
Según ha explicado González, esta falta de acceso a recursos básicos, a la formación o el empleo, unida a la vulnerabilidad "especial" de las mujeres y niñas en un ambiente de pobreza, hace que éstas sean "extremadamente vulnerables" a caer en una red de trata. "El negocio de los tratantes es nutrirse y aprovecharse de esta situación de necesidad y de vulnerabilidad, valiéndose de un engaño, de la violencia directo o indirecta, y sin el amparo de las autoridades del país", afirma.
"La situación de la mujer en Nigeria es complicada porque no hay futuro, no hay posibilidades y, si quieres hacer algo, al ser las familias de allí muy pobres no te pueden ayudar, por eso muchas veces se prefiere salir de ahí para intentar tener oportunidades. Con un gobierno diferente donde el mercado de trabajo creciera y se abrieran oportunidades la situación de Nigeria mejoraría", ha declarado a Europa Press una joven nigeriana atendida en Proyecto Esperanza.
Según el informe 'El Poder de Decidir' del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, siglas en inglés), Nigeria es uno de los países del mundo con la tasa global de fecundidad más alta, y donde hay una elevada presencia de mujeres menores de edad obligadas a casarse. Estos índices suelen aumentar en aquellos países menos desarrollados donde además se respetan menos los derechos de las mujeres, según señala este estudio de la ONU.
Las tasas de fecundidad más altas se vinculan directamente con menos progresos sociales, peor acceso a los servicios de salud y educación, y una menor inclusión mayor de mujeres en el mercado de trabajo. En Nigeria hay, en promedio, más de cinco nacimientos por mujer.
"Hay dificultades a los servicios básicos como la sanidad, la educación, y a cosas más básicas como un servicio de saneamiento o una nutrición adecuada", explica González. Según destaca, esto "impacta de forma directa y grave" en las oportunidades de desarrollo individual, laboral, y a la supervivencia en sí de la población, especialmente de la más vulnerable, como las mujeres y las niñas.
El informe 'La pobreza y la prosperidad compartida 2018' elaborado por Grupo Banco Mundial, que se basa en entrevistas a hogares de 164 países del mundo correspondientes al año 2015, revela que India era hace tres años el país con mayor número de personas pobres, 176 millones, que representaban casi la cuarta parte de los pobres a nivel mundial. Sin embargo, las previsiones para 2018 indican que Nigeria "ya es, o será pronto, el país con más habitantes pobres".
"La tasa de pobreza extrema y el número de pobres en Asia meridional ha venido disminuyendo constantemente y se prevé que esa tendencia continuará. A raíz de ello, la pobreza extrema se está desplazando de Asia meridional a África al sur del Sáhara", precisa el estudio.
El sacerdote Vincent O. Ajayi, director de la ONG Atan Justicia, Desarrollo y Paz (Atan JDPC), socio local de Manos Unidas en Nigeria, constata en una entrevista concedida a Europa Press que la situación en el país "empeora a diario" y que, en concreto, desde 2015 se ha producido "un fuerte crecimiento de la pobreza".
"Nigeria se ha convertido en una jungla de la supervivencia del más fuerte", asegura este sacerdote nacido en Nigeria y que obtuvo sus estudios superiores en EEUU, desde donde regresó a su país en 1998, donde dos años más tarde fundó la ONG que ahora dirige y en la que llevan a cabo programas de salud, agrícolas, de derechos humanos, igualdad de género, buen gobierno, microfinanzas y desarrollo empresarial.
Este país africano, explica el sacerdote, está dotado de "muchos recursos naturales" pero ya supera a India en niveles de pobreza extrema. Según indica, el paro nacional ha aumentado del 8,2 por ciento en 2015 al 18,8 por ciento en 2018; la tasa de desempleo juvenil, del 14,9 al 33,1 por ciento; y la tasa de inflación, del 8 al 16 por ciento.
VIOLENCIA, CORRUPCIÓN Y DECADENCIA DE INFRAESTRUCTURAS
Además, apunta que la pobreza extrema se ha reflejado en un aumento de los "vicios sociales" y delitos: "Secuestros, prostitución, robos, asesinatos rituales, fraude, daños en los oleoductos y gaseoductos, abuso de drogas, ataques terroristas, corrupción, aumento en el número de niños no escolarizados, decadencia en infraestucturas y servicios sociales, tales como hospitales, carreteras, suministro de agua o suministro de electricidad".
La población más vulnerable a esta pobreza extrema, asegura, son "las mujeres y los jóvenes, especialmente aquellos que viven en zonas rurales". El sacerdote afirma que es "extremadamente difícil vivir con menos de 2 dólares al día" y esto provoca que muchas personas acaben en la mendicidad o en el crimen.
"Esta situación también es responsable de la desesperación de muchos jóvenes que quieren salir del país por todos los medios sin considerar los peligros de su acción. Nigeria se ha convertido en una jungla de la supervivencia del más fuerte", concluye.
El padre Ajayi señala que la política y la economía del país influyen en esta situación. Por un lado, precisa que el Gobierno afirma estar luchando contra la corrupción pero "no ha hecho mucho por crear riqueza"; por otro, que existe una "inconsistencia" en la política económica y una dependencia total del petróleo como única fuente de renta extranjera tangible. Para el director de Atan JDPC se debería desarrollar el sector agrícola, en el que más población trabaja.
UNA POLÍTICA ECONÓMICA "INESTABLE"
Además, precisa que la falta de electricidad regular y adecuada es "un importante atasco en la rueda de progreso económico del país". "Esta situación y la política económica inestable con un entorno empresarial hostil han llevado a una pérdida enorme de inversores extranjeros", añade.
En este contexto, el sacerdote admite que "muchas cosas tienen que cambiar en el país para reducir la tasa de pobreza". "Ha de seguirse estrictamente un buen mapa económico; los presupuestos deben ser realistas y aprobados a tiempo; debe haber un entorno propicio para que las empresas crezcan; la economía debe ser diversificada", propone.
Ejemplos de cómo afecta la situación a la población se encuentran en el día a día, según explica el sacerdote, que recuerda lo que le comentó hace unos días el director del hospital local sobre un bebé recién nacido que habían encontrado abandonado unos vecinos de la zona.
"Me preguntó si podía ayudarles a encontrarle una familia. Me acerqué al orfanato administrado por las Hermanas Pasionistas quienes a su vez me comentaron que se enfrentaban a problemas financieros para mantener en pie el orfanato debido a una drástica caída en el número de apoyos de sus benefactores. La mala situación económica está afectando a todos", zanja.