La Iglesia llama a la sociedad a luchar contra la trata y denuncia "complicidad" al "tolerar" la prostitución
MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
El Grupo Intereclesial contra la Trata, formado por Justicia y Paz, Fundación Amaranta, Fundación Cruz Blanca, Confer y Cáritas, y apoyado por la sección de Trata de la Comisión Episcopal de Migración ha hecho un llamamiento para actuar contra "esta plaga global" y ha denunciado la "complicidad" de la sociedad que "tolera" prácticas como la prostitución, con motivo de la celebración del Día Europeo contra la Trata de Seres Humanos.
"En esta Jornada europea, el Grupo denuncia, junto con el Papa Francisco, la complicidad con la que la sociedad tolera y mantiene la trata", subrayan, al tiempo que precisan que la "invisibilidad" de las víctimas "es fruto de la hipocresía de quienes, por ejemplo, demandan servicios de prostitución y de la sociedad que tolera estas prácticas".
Según señalan estas organizaciones, la trata de personas en España y en el mundo produce "grandes beneficios económicos a los traficantes". "En esta práctica inhumana, las personas son cosificadas y convertidas en meros objetos de compra-venta e intercambio, debido a la gran demanda de prostitución, pornografía, explotación laboral y tráfico de órganos ante la indiferencia y el apoyo más o menos consciente, en ciertos casos, de la sociedad".
Por ello, piden el compromiso personal de los ciudadanos para erradicar la trata que afecta principalmente a "víctimas invisibles con rostro femenino". En concreto, invitan a los ciudadanos a hacerse voluntarios en asociaciones para acompañar a las víctimas.
Según la Oficina de Naciones Unidas para la Droga y el Crimen (UNODC) solo el 1% de los 2,5 millones de las víctimas son identificadas. La mayoría son mujeres (49%) y niñas (23%), con una menor proporción de varones (21%) y niños (7%). En España, la trata con fines de explotación sexual mueve unos 5 millones de euros al día y unos 1.850 millones al año.
Si bien, advierten de que la trata no es solo para explotación sexual, sino que también se da en los casos de explotación laboral, mendicidad, crimen organizado, tráfico de órganos, matrimonios forzosos o adopciones ilegales, entre otras.
"El delito de trata de personas no es nuevo. Lo que resulta novedoso es su expansión global, impulsada por la creciente demanda mundial de sexo y pornografía, de mano de obra barata, de órganos humanos, o de niñas y mujeres para el matrimonio", avisan.