Greenpeace pide no bajar la guardia tras los buenos datos de 2018 y aprovechar para atajar problemas de fondo

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Europa Press | 20 dic, 2018

MADRID, 20 (EUROPA PRESS)

Greenpeace ha reclamado al Gobierno que no baje la guardia ante los buenos resultados de incendios del año 2018, que se perfila como el mejor desde 1963, e insta a que se aproveche para atajar los problemas de fondo para luchar contra el fuego.

Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en 2018, hasta el 30 de noviembre, se han quemado un total de 23.683,17 hectáreas de superficie, el mejor dato de este siglo e incluso desde 1963, más de medio siglo. Asimismo, el año 2018 se despedirá con el mejor año en cuanto al número de incendios de este decenio (6.874) y con el menor número de grandes incendios forestales, con tres.

La ONG alerta de que en España también pueden producirse incendios como los de Grecia o California si no se abordan los problemas estructurales de los bosques en un contexto de cambio climático.

Además, recuerda que las emisiones brutas de CO2 procedentes de incendios forestales en Indonesia, Brasil y Rusia suponen más del doble de las que generan las industrias de combustibles fósiles combinadas de la Unión Europea en 2016.

Así, la ONG insiste en que "no es el momento" de bajar la guardia porque el cambio climático sigue implacable. La responsable de la campaña de incendios forestales de Greenpeace, Mónica Parrilla, ha califica los datos de "excelente noticia" que no pueden llevar a la autocomplacencia y a la inacción. "En un contexto de cambio climático es necesaria una profunda reflexión y cautela. Los problemas estructurales de nuestros bosques siguen sin abordarse y esto supone dejarlo todo al azar. Lo que ha ocurrido en Mati (Grecia) o California (EEUU) puede pasar también en España", ha añadido.

En su balance anual de incendios, lamenta los grandes fuegos de Santa Colomba de Curueño (León), el de Nerva (Huelva) o el de Llutxent (Valencia) y añade que el de Mondariz (Pontevedra), sin ser un gran incendio forestal, también generó situaciones de alarma con el consiguiente desalojo de la población afectada.

En este contexto, recuerda que el 80 por ciento de los municipios en zonas de alto riesgo de incendio forestal no dispone de planes de emergencia y apenas de planes preventivos y de autoprotección.

Otros de los problemas fundamentales para Greenpeace es que la planificación urbanística no tiene en cuenta el riesgo de "incendios forestales", lo que revierte en peligro para la población y en más superficie calcinada.

"Los montes españoles, en los que a menudo se insertan viviendas, son un auténtico polvorín para los incendios forestales, por lo que es necesario abordar esta situación desde ya", concluye Parrilla.

Por otro lado, la ONG recuerda que los incendios también contribuyen a las emisiones de cambio climático y, en un informe presentado en la Cumbre del Clima de Katowice (Polonia), denuncia que las emisiones brutas de CO2 en incendios forestales suponen más del doble de las que genera la producción de las industrias de combustibles fósiles combinadas de la Unión Europea en 2016, lo que equivale a casi el 25% de las emisiones anuales de CO2 de los combustibles fósiles.

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