Greenpeace denuncia que la contaminación por combustibles fósiles mata a 4,5 millones de personas al año en el mundo
MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
La contaminación provocada por la quema de combustibles fósiles como carbón, petróleo y gas está detrás de la muerte de 4,5 millones de personas al año en todo el mundo y genera un coste de 2,900 billones de dólares anuales, lo que supone el 3,3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) del conjunto del planeta, según un informe elaborado por Greenpeace y por el Centro de Investigación de Energía y Aire Limpio (CREA).
De estas cifras, en España la contaminación por la quema de combustibles fósiles supone un coste de 23.631 millones de dólares al año en España (1,68% del PIB).
El estudio 'Aire tóxico: El precio de los combustibles fósiles' estima que al año fallecen 40.000 niños menores de cinco años por la exposición a micropartículas PM 2,5 procedentes de los combustibles fósiles.
El trabajo analiza el coste global de la contaminación procedente de los combustibles fósiles e incluye también los costes sanitarios adicionales, como los días perdidos por baja por enfermedad o muerte prematura en relación a la demografía de cada país.
"La contaminación del aire es una amenaza a nuestra salud y a nuestra economía. Cada año, la contaminación generada por los combustibles fósiles se lleva millones de vidas e incrementa los riesgos de padecer ataques, cáncer de pulmón y asma, además de costar billones de dólares", ha asegurado la responsable de la campaña Aire Limpio de Greenpeace en el sudeste asiático, Minwoo Son.
Para Son, sin embargo, este es un problema cuya solución es conocida, ya que se trata de evolucionar a fuentes renovables de energía, poner fin a los coches diésel y gasolina y fomentar el transporte público.
Además de los fallecimientos por PM 2,5, el dióxido de carbono de los vehículos y las centrales eléctricas se relaciona con unos 4 millones de nuevos casos de asma infantil cada año. En la actualidad, hay 16 millones de menores afectados por asma por la exposición a NO2.
La ONG insiste en que si se termina con los combustibles fósiles se observarían "importantes" beneficios sanitarios y económicos. De hecho, un estudio de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos estima que por cada dólar invertido bajo la ley de aire limpio de ese país generó al menos 30 dólares de beneficio.
ESPAÑA
En la actualidad, China, India y Estados Unidos son las regiones que más costes asumen por la mala calidad del aire, pero los países de la Unión Europea no son ajenos a los aspectos derivados de la contaminación de los combustibles fósiles.
El informe vincula 398.000 muertes prematuras en la UE a enfermedades provocadas por la quema de carbón y derivados del petróleo, como la gasolina o el diésel.
En el caso de España, el coste de la contaminación causada por los combustibles fósiles alcanza los 23.631 millones de dólares anuales en el escenario más probable, lo que equivale al 1,68 por ciento del PIB.
De hecho, los incumplimientos en calidad del aire en España han provocado que la Comisión Europea lleve a España ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, de modo que podría llegar una sanción millonaria por la inacción de los sucesivos gobiernos para garantizar la calidad del aire desde el año 2010.
El responsable de Movilidad de Greenpeace, Adrián Fernández, ha denunciado que diez años después de la entrada en vigor de la Directiva Europea, España "sigue incumpliendo" los niveles máximos de NO2 y pone en riesgo la vida de hasta 35.000 vidas al año.
"Pese al enorme coste económico y social que tiene la contaminación, todavía hay administraciones que siguen promoviendo el uso de combustibles fósiles: incentivando el uso del coche en las ciudades, amparando la construcción de nuevos aeropuertos o retrasando el cierre de centrales térmicas, lo que pone en riesgo no solo nuestra salud, sino también la necesaria reducción de emisiones para hacer frente a la crisis climática", ha subrayado Fernández.
En este contexto, la ONG recuerda que los sectores del transporte y la generación de energía eléctrica son los principales causantes de la contaminación atmosférica y exige a los gobiernos que tomen las medidas necesarias para limitar el uso de combustibles fósiles y evitar así que la población siga respirando un aire tóxico.