Félix Rodríguez de la Fuente e Iker Jiménez siguen siendo trending topic en twitter y no es para menos

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Europa Press | 23 mar, 2020

MADRID, 23 (CHANCE)

El programa de Cuarto Milenio de Iker Jiménez sorprendía de nuevo, en esta ocasión con Felix Rodríguez de la Fuente, pero es que para el reputado periodista, el amante de la naturaleza lo era todo y alguien del que aprender:

"Él era un Big Bang en expansión. Cuando se dirigía a nosotros con emoción, entre emisor y receptor acontecía algo inexplicable, algo en lo que yo creo, algo que no es medible ni científico: magia. Él, chamán paleolítico reencarnado para hacernos llegar las historias del mundo a través de su mirada.

Nosotros, niños de toda España, que esperábamos la cita semanal como antaño nuestros antepasados esperaban en las aldeas castellanas la llegada del hombre que con canto hipnótico nos contaba cómo era la realidad en reinos lejanos que nunca íbamos a pisar. Y la realidad, a través de su voz, era mejor y más bella. En eso consistía su magia.La magia de un lenguaje que transformaba neuronas y genes".

Para todos los que este domingo se quedaron enamorados del programa y de Felix, acaba de salir un libro de geoPlaneta, 'Félix. Un hombre en la tierra' escrito por Odile, la hija del propipio Rodríguez de la Fuente.

Conviene recordar que sin existir redes sociales, los números de su mítico programa 'El hombre y la tierra', con más de 800 millones de espectadores a nivel internacional, es el programa televisivo en castellano más exitoso de todos los tiempos. Lo mismo ocurrió con su Enciclopedia Salvat de la Fauna, la más vendida en castellano (con 18 millones de volúmenes solo en España) y su programa radiofónico 'La aventura de la vida', el más escuchado en España durante la década de 1970. "Félix es el mayor comunicador en castellano (por alcance) de todos los tiempos", recuerda su hija.

Sin embargo, Odile, la hija del propio Rodríguez de la Fuente no tuvo muy claro al principio escribir ningún libro...

"Cuando la editorial geoPlaneta se puso en contacto conmigo para ofrecerme la oportunidad de escribir un libro sobre mi padre, mi primera reacción fue rechazar la oferta.

¿Qué podía escribir yo que no se hubiera dicho ya sobre él? Sin embargo, no tardé en darme cuenta de que existía un vacío que yo misma había detectado cuando recurría a libros y biografías sobre Félix para uso propio. No existía un solo lugar que reuniera y ordenara su filosofía y reflexiones más profundas, dándoles absoluto protagonismo. Por otro lado, también he deducido, en los años que llevo dedicada a perpetuar y proyectar el legado de mi padre, que lo que la gente busca, a lo que acude, en realidad, no es tanto a interpretaciones o biografías sobre su persona, sino al propio Félix", explica Odile.

Para ella, su padre lo era todo y nadie mejor que él para ser el protagonista de este libro: "En la Fundación que lleva su nombre, cada vez que sacábamos una cita, un corte audiovisual o radiofónico suyo, se producía la magia. La gente sigue buscando a Félix, su palabra, sus mensajes, su voz, su persona, sin interpretaciones ni intermediarios. Por ello, aunque me he concedido el gozo de redactar las introducciones a los capítulos de este libro, he querido que sea el propio Félix el que nos hable, una vez más, desde la distancia atemporal de su mensaje más puro y trascendental".

Pero no sola esa razón, también hubo otra para conferirle un mayor reconocimiento más profundo, lejos de ser el tipo simpático amigo de los animales: "También existe otra razón, más personal, que llevo tiempo albergando: la necesidad de reivindicar y traslucir la esencia del mensaje de mi padre, así como su íntegra dimensión. Aun consciente del cariño implícito que existe en la denominación 'El amigo de los animales' con que se le bautizó, hay algo reduccionista en esta acepción, que merma el verdadero alcance de Félix. Lo circunscribe a un personaje simpático, popular, aventurero y defensor de los animales, que alcanzó la fama, a través de la esfera del entretenimiento, gracias a lo incipiente de los medios de comunicación de su época.

Lo cierto es que las personas que vivimos el 'fenómeno Félix' sabemos que su trayectoria y mensaje fueron de mucho más profundo calado. Pero el tiempo pasa y los que sabemos, interiormente, quién fue Félix y lo que significó nos hacemos mayores y testigos de cómo se desdibuja y caricaturiza al maestro para las nuevas generaciones.

Precisamente hoy -aun contando con la renovada y fresca energía de los millennials, que irrumpen con una visión posmaterialista, globalizada y disruptiva-, cuando nos enfrentamos a la peor crisis sistémica y medioambiental de la historia de la humanidad, compele recuperar el referente y la brújula existencial que nos ha legado uno de nuestros pensadores más queridos".

Odile Rodríguez de la Fuente recuerda aquella música tan especial de sus programas: "De forma análoga, Félix nos convocó durante años, alrededor del fuego figurativo de la televisión o de la radio, al compás de los tambores que identificaban la música de inicio de todas sus series, para recibir su mensaje. Un mensaje que brotaba espontáneo, embebido de un entusiasmo contagioso, fruto de su curiosidad, experiencias y viajes a los confines del mundo".

La hija de Rodríguez de la Fuente enaltece el significado de su mensaje: "Su mensaje buscaba reconectarnos con la Tierra, con nuestros orígenes, con nuestra verdadera esencia. Concentraba nuestra atención -hoy en día tan disminuida por el bombardeo continuo de contenidos triviales-, para formarnos y hacernos mejores. Para alentarnos a escudriñar la vida con altura y criterio. Para agitar nuestra conciencia y empoderarnos frente a la manipulación. Para distinguir el grano de la paja. Félix irradiaba y encarnaba lo que nos contaba".

"Su voz, alineada con su mente, cuerpo y espíritu, utilizando la tecnología de la palabra, produjo la alquimia del cambio: transmutó nuestra conciencia. Fue un referente de integridad con un objetivo: el de religarnos a la Vida. Su trayectoria y logros son una emanación de lo extraordinario de su existencia" explica en su libro Odile.

"(...) En este libro he querido redescubrir al Félix auténtico. He buceado en su obra y extraído lo que he considerado sus mejores narraciones, cuentos y reflexiones. Los he reunido en 10 capítulos que condensan los ejes de su visión y personalidad. Hequerido dejar esta biblia de reflexiones como guía, estímulo e inspiración para los que despertamos a la llamada del Maestro, pero que quizá la sintamos atenuada ante el desgaste de la cotidianidad del materialismo y la frivolidad imperantes. Me siento profundamente hermanada a esa generación de niños y jóvenes que supimos entender el mensaje profundo de mi padre y que hoy dedicamos nuestras vidas, como educadores, científicos, conservacionistas o divulgadores, a darle continuidad", explica cuando se han cumplido 40 años del fallecimiento de su padre.

Felix Rodríguez de la Fuente nacía y fallecía un 14 de marzo, (1923-1980): "Que no nos damos por vencidos y que creemos, como lo hacía mi padre, que una nueva conciencia es posible. Pretendo que este libro sea una brújula, un compás de vida, una inspiración imperecedera que nos ayude a sentirnos más vivos y a encontrar el camino hacia la plenitud, en comunión con el fenómeno vital de nuestro pequeño gran planeta...".

Odile, mejor que nadie recuerda: "¿Quién no se ha sentido lobo, corriendo libre por paisajes primitivos, sintiendo el aliento de un aire puro que nos impulsa más allá del ocaso? ¿O halcón, picando vigoroso en un cielo encrespado como un proyectil viviente,imantado por el pálpito de su presa? Escuchando la voz del Maestro, nos hacíamos uno con la naturaleza, con esa energía libre e inabarcable que fluye por las venas de la Vida. Nos sentíamos mejor y mejores escuchándolo, porque era capaz de desvelar nuestra verdadera naturaleza atávica, a través del espejo de la naturaleza".

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