El Tribunal Superior de Australia dirá mañana si acepta la solicitud de apelación de Pell, condenado por abusos sexuales
CANBERRA (AUSTRALIA), 12 (Dpa/Ep)
El Tribunal Superior de Australia comunicará este miércoles 13 de noviembre si acepta la solicitud de apelación final del cardenal George Pell, extesorero del Vaticano, condenado por delitos de abuso sexual infantil.
Si el Tribunal rechaza la solicitud de apelación de Pell, el proceso legal que comenzó en 2017 después de que la Policía de Victoria imputara al cardenal, por entonces encargado de las finanzas del Vaticano, llegará a su fin y Pell tendrá que cumplir su pena de prisión.
El Tribunal Superior de Australia rechaza alrededor del 90 por ciento de las solicitudes de apelación. No obstante, si tiene éxito, los abogados de Pell deberán presentar una apelación completa ante los jueces.
El extesorero del Vaticano fue condenado en diciembre por un jurado de 12 miembros en un veredicto unánime en el que le condenaron por abuso sexual de dos niños en la catedral de Melbourne a mediados de la década de 1990.
Fue sentenciado a seis años de prisión en marzo. En agosto, tres jueces del Tribunal de Apelaciones de Melbourne emitieron una decisión mayoritaria de dos a uno rechazando la apelación de Pell. Un mes después, sus abogados emprendieron una batalla legal para revocar las condenas al tribunal más alto del sistema judicial australiano.
Pell, que continúa defendiendo su inocencia, se encuentra actualmente recluido solo en la prisión de evaluación de Melbourne, donde, según el periódico local Sun Herald, se le ha dado un trabajo de jardinería. En octubre de 2022 podrá solicitar la libertad condicional.
El cardenal no asistirá a la audiencia judicial en Canberra este miércoles, cuando el Tribunal Superior anunciará su decisión sobre la solicitud de apelación.
El caso contra el cardenal se ha basado principalmente en el testimonio de un excorista que le dijo a la corte que Pell lo agredió sexualmente a él y a su amigo después de que los sorprendió bebiendo vino del altar en la sacristía de la Catedral de San Patricio después de una misa dominical a finales de 1996, pocos meses después de que Pell se convirtiera en Arzobispo de Melbourne.
La otra víctima, que no le había contado a nadie que había sido víctima de abuso sexual, murió en 2014 después de una sobredosis de drogas, que su padre relaciona con el delito cometido por Pell.
En un juicio anterior, en septiembre del año pasado, el jurado no pudo llegar a un veredicto. En la apelación de agosto, dos jueces respaldaron el veredicto del jurado y encontraron a la víctima "muy convincente", mientras que el juez disidente se puso del lado de Pell, diciendo que la declaración de la víctima "contenía discrepancias" y que "existe una posibilidad significativa de que el cardenal pudiera no haber cometido los delitos".
En la presentación por escrito de la solicitud para apelar ante el Tribunal Superior, los abogados de Pell argumentan que los dos jueces cometieron errores. Dicen que aplicaron un "método judicial erróneo" cuando confirmaron el veredicto del jurado.
También se preguntan si existía la oportunidad de que ocurrieran los crímenes, ya que las "pruebas de otros testigos que testificaron durante el juicio indicaron que era muy poco probable que Pell hubiera estado solo en la sacristía con los dos niños". Por todo ello, argumentan que debería ser absuelto de todos los cargos.
Si bien, los fiscales lo refutan, diciendo que no hay base para la apelación, y que los jueces del Tribunal de Apelación y antes de eso, el jurado en el Tribunal de Victoria no cometieron un error.
El Vaticano ya ha prohibido a Pell ejercer el ministerio público y tener contacto con niños y ha lanzado su propia investigación sobre sus condenas.