Ecologistas avisa al Gobierno de que incinerar los residuos con COVID-19 en cementeras es un riesgo
MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
Ecologistas en Acción ha advertido al Ministerio de Sanidad de que la medida de incinerar en fábricas de cemento los residuos infectados con coronavirus es un riesgo innecesario para los trabajadores de estas plantas, al tiempo que considera que estas plantas no son una actividad esencial en estos momentos, por lo que pide al Gobierno que decrete también su cierre.
La recomendación del Ministerio de Sanidad es que los residuos de los infectados por coronavirus se depositen cerrados herméticamente en el contenedor de fracción resto para su posterior incineración o depósito en vertedero, pero Ecologistas recuerda que hay otros métodos alternativos con menos impacto ambiental, como la esterilización.
Además, la ONG afirma que las fábricas de cemento no son las instalaciones adecuadas para quemar estos residuos porque no están diseñadas para ello ni tienen sistemas para reducir la contaminación atmosférica añadida que generará la incineración.
En cuanto al riesgo para la salud de los trabajadores, alerta de que ningún horno está preparado para que las bolsas puedan introducirse sin ningún tratamiento previo como la trituración o la fragmentación, ni el quemador principal ni en el precalcinador. Esto supone que, aunque el virus se desactive con el paso de unas horas, el manejo de esta basura puede poner en riesgo la salud de los trabajadores.
Para Ecologistas "la salud y seguridad de los trabajadores debe prevalecer sobre otras consideraciones estrictamente económicas", de modo que la incineración y el vertido "no pueden ser las únicas alternativas de gestión" de los residuos durante la pandemia del coronavirus.
De acuerdo con la instrucción del Ministerio de Sanidad, las bolsas de basura no deberán abrirse ni manipularse y solo se tratarán de forma automática cuando se incineren y cuando esta incineración se realice en fábricas de cemento.
La alternativa de la ONG es que los residuos de los centros sanitarios que traten enfermos de coronavirus mediante el tratamiento convencional que en su gran mayoría reposa sobre su desinfección por vapor y vacío mediante autoclave, y una vez desinfectados proceder a su tratamiento como residuos domésticos ordinarios, para recuperar los materiales reciclables (metales, plásticos, etc).
Ecologistas defiende que este tratamiento genera menos impactos ambientales que la incineración o el vertido de los residuos u otros tratamientos más agresivos y con peor comportamiento ambiental. También recuerda que parte de estos residuos de los equipos de protección individual como las mascarillas o las batas se pueden reciclar y reutilizar fácilmente una vez desinfectados y limpios.
Por ello, insiste en que renunciar al tratamiento de esos residuos y priorizar su incineración o, en su defecto, el vertido, no hace más que proseguir la senda de insostenibilidad en la gestión de los residuos domésticos en España que en 2017 llevó el 63 por ciento de sus residuos a los vertederos y una cuarta parte de ellos sin ningún tipo de tratamiento previo.
En definitiva, defiende que el aumento de la generación de residuos motivado por la adopción de las medidas obligatorias de asepsia y protección no debe ir unido a un descenso en las exigencias de preservación de la salud y del cumplimiento de las máximas garantías ambientales en la gestión de los residuos.