Comisión Mixta de Gestión de Parques Nacionales de C-LM acuerda detener el bombeo de agua a Las Tablas de Daimiel
TOLEDO, 27 (EUROPA PRESS)
La Comisión Mixta de Gestión de los Parques Nacionales de Castilla-La Mancha reunida en videoconferencia este lunes ha decidido detener el bombeo de agua que venía realizándose desde el pasado 16 de marzo con el objetivo de garantizar la humectación de las turbas de Las Tablas de Daimiel, en conformidad con lo establecido en el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Nacional en el Pleno celebrado el 4 de marzo de 2020.
La Comisión Mixta de Gestión de los Parques Nacionales de Castilla-La Mancha, formada por representantes del Organismo Autónomo de Parques Nacionales --del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico-- y la Dirección General de Medio Natural y Biodiversidad del Gobierno regional, autorizó la puesta en servicio de la batería de sondeos como alternativa de último recurso ante la situación extrema que vivía el parque nacional desde finales de año.
La puesta en servicio de la batería de sondeos se inició el 16 de marzo aportándose un caudal constante de 1 m3/s, habiéndose bombeado hasta la fecha 3,5 hectómetros cúbicos, lo que ha permitido ir aumentando progresivamente la superficie inundada hasta alcanzar una superficie inundada de 300 hectáreas, ha informado la Junta en un comunicado.
En palabras del presidente de la Comisión Mixta y director general de Medio Natural y Biodiversidad de Castilla-La Mancha, Félix Romero, "la decisión responde a la necesidad de ser eficientes con el propio recurso agua y minimizar el impacto sobre el propio acuífero, una vez que se considera garantizado el objetivo de eliminar el riesgo de ignición de las turbas del Parque Nacional y se garantiza una superficie mínima encharcada durante la fase de cría de las aves acuáticas".
Según informes técnicos del Organismo Autónomo de Parques Nacionales (OAPN), el bombeo efectuado durante más de cuarenta días ha inundado la zona de turbas del Parque Nacional, saturándolas y generando un encharcamiento superficial que garantiza que a lo largo del verano no se pueda producir su autocombustión.