Un paciente hospitalizado con gripe se la transmitirá a uno de cada tres pacientes con los que tenga contacto
MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Si un paciente hospitalizado tiene gripe, este se la trasmitirá a uno de cada 4 profesionales sanitarios y a uno de cada 3 pacientes con el que tenga contacto, según datos de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), que recuerda que la vacunación es la forma más eficaz de prevenir la enfermedad.
Por lo general, la gripe se trasmite a las personas cercanas que inspiran las gotitas respiratorias producidas por la tos y estornudos, o incluso al hablar. También se puede trasmitir a través de las manos contaminadas y del contacto con superficies u objetos con presencia del virus e inoculación posterior al tocarse la propia boca o nariz.
Al ser tan frecuente en Atención Primaria y en los hospitales, la SEIMC recomienda la vacunación tanto para los profesionales sanitarios como para las personas de riesgo por enfermedades subyacentes: mayores de 6 meses con enfermedades crónicas, personas con obesidad mórbida y/o algún tipo de inmunodeficiencia, mayores de 65 años y mujeres embarazas.
Además, de ser causa de desestabilización en estos pacientes, también puede producir neumonía, enfermedad grave y muerte. Así, una de cada cuatro personas con gripe atendida en el hospital tiene una neumonía, siendo la infección gripal la causa más frecuente de neumonías durante los meses de invierno.
Por otro lado, desde la SEIMC advierten de que, pese a que la enfermedad no presente síntomas, las personas con enfermedad asintomática también transmiten la gripe. De hecho, más de un tercio de las personas que tienen gripe tienen pocos o ningún síntoma.
En este sentido, la SEIMC ha recordado que los síntomas de gripe duran generalmente una semana y se caracterizan por la aparición súbita de fiebre alta, dolores musculares, dolor de cabeza y de garganta, tos seca y mucosidad nasal. No obstante, con frecuencia los pacientes con gripe tienen síntomas catarrales leves.
La cobertura vacunal mínima necesaria entre los sanitarios para proteger eficazmente a los pacientes es del 60 por ciento y, además, recuerdan que los profesionales sanitarios tienen la obligación ética de prevenir la transmisión de enfermedades como la gripe a nuestros pacientes porque tenemos la responsabilidad de hacerles el bien y evitarles el daño.