Un nuevo enfoque del sistema inmune podría llevar a una terapia personalizada contra la sepsis, según un estudio

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Europa Press | 29 ene, 2020

MADRID, 29 (EUROPA PRESS)

Un estudio publicado en la revista 'Trends in Endocrinology and Metabolism' postula que el sistema inmune humano utiliza dos estrategias preprogramadas para hacer frente a las infecciones. Una es la fiebre, un mecanismo de resistencia que intenta eliminar un patógeno elevando la temperatura del cuerpo. La otra funciona en la dirección opuesta, enfriando el cuerpo de manera controlada para permitir la tolerancia temporal del invasor mientras se protegen los órganos y sistemas.

Este estudio, en el que han participado investigadores de la Fundación de Investigación de São Paulo (Brasil), propone una combinación de las dos estrategias de defensa para estudiar y tratar la sepsis, una inflamación sistémica normalmente desencadenada por una infección localizada que se sale de control.

"Estamos proponiendo un modelo en el que observar no solo el sistema inmunológico en su estrategia de defensa del huésped, sino también aspectos de la fisiología humana. Está claro que el organismo humano tiene dos estrategias de defensa, y que el sistema inmunológico y el sistema fisiológico deben ser entendidos de una manera más integrada cuando se analizan los procesos infecciosos", explica uno de los líderes del trabajo, Alexandre Steiner.

En su estudio, abogan por un enfoque del sistema de defensa del organismo humano desde la perspectiva de las dicotomías entre la fiebre y la hipotermia, y entre la resistencia a la enfermedad y la tolerancia, que pertenecen a la inmunología. Así pues, sugieren una combinación de estas dos áreas de conocimiento que puede ver más allá del sistema inmunológico para hacer frente a la infección.

Además de los experimentos con ratas, Steiner y su equipo también estudiaron un grupo de 50 pacientes sépticos tratados en el hospital universitario de la Universidad de São Paulo. "Buscamos un subgrupo de pacientes que tenían hipotermia similar al tipo asociado con el mecanismo de tolerancia, que se caracteriza por ser transitoria y autolimitada. Para nuestra sorpresa, el 97 por ciento de los 50 pacientes estudiados se ajustaban a este perfil", detalla Steiner. Su temperatura corporal descendió como máximo entre 2,0°C y 2,5°C.

La condición de los pacientes cambió naturalmente entre la resistencia a la fiebre y la hipotermia, posiblemente asociada con la tolerancia. Los cambios ocurrieron como respuesta del organismo, sin ser inducidos por medicación o técnicas de enfriamiento y calentamiento.

Según Steiner, la principal prueba de que el proceso no consiste simplemente en una desregulación del organismo es que la mayoría de los 25 pacientes que finalmente murieron habían tenido fiebre en las 12 horas anteriores a la muerte. "Si la hipotermia fuera el resultado de la disfunción y el fallo de los órganos, habríamos observado más hipotermia en esas 12 horas previas a la muerte", apunta.

La consecuencia más inmediata de los resultados obtenidos hasta la fecha es una posible revisión del tratamiento de la sepsis. "Las infecciones graves se abordan actualmente de forma unidimensional: el sistema inmunológico está ahí para matar al patógeno o para causar problemas al paciente, en caso de que reaccione de forma exagerada o no tenga éxito. Los nuevos hallazgos nos permiten pensar en posibles terapias y tratamientos más personalizados basados en un análisis que muestra si el paciente podría beneficiarse más de una estrategia de fiebre/resistencia o de una estrategia de hipotermia/tolerancia", concluye Steiner.

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