Un medicamento para la malaria muestra efectividad en el tratamiento del cáncer cerebral
MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
La lumefantrina, un medicamento aprobado por la Agencia Americana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) para tratar la malaria muestra efectividad en el tratamiento del glioblastoma multiforme (GBM), una forma agresiva de cáncer cerebral con una elevada tasa de mortalidad.
Así lo han evidenciado investigadores del VCU Massey Cancer Center y del VCU Institute of Molecular Medicine (VIMM) en un estudio publicado recientemente en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.
Si bien el estándar actual de atención que involucra radiación y temozolomida, una quimioterapia contra el cáncer, puede aumentar la vida de los pacientes con tumores cerebrales multiformes de glioblastoma, si bien la resistencia de este cáncer a estas terapias es frecuente. Además, la tasa de supervivencia a cinco años de los pacientes es inferior al 6 por ciento, y ninguna terapia actual previene la recurrencia.
Los investigadores se han centrado en descubrir medicamentos aprobados por la FDA que podrían ayudar a contrarrestar la resistencia y mejorar la efectividad del tratamiento del glioblastoma. "Nuestros estudios descubrieron una nueva aplicación potencial del fármaco antipalúdico como una posible terapia para el glioblastoma multiforme resistente al estándar de atención que implica radiación y temozolomida", han comentado los expertos.
Y es que, la lumefantrina puede inhibir un elemento genético involucrado en el desarrollo y progresión del cáncer, Fli-1, el cual controla la resistencia del glioblastoma multiforme a la radiación y la temozolomida.
Durante los estudios in vitro (realizados con células cultivadas en cultivo), los investigadores descubrieron que la incorporación de lumefantrina durante el tratamiento del glioblastoma eliminó las células cancerosas y suprimió el crecimiento de las células tumorales.
Esto ocurrió tanto en las células sensibles al glioblastoma como en aquellas que de otro modo serían resistentes a la radiación y la temozolomida. Además, durante los estudios in vivo (realizados con ratones que contienen un glioblastoma multiforme humano trasplantado en sus cerebros), la lumefantrina inhibió el crecimiento tumoral causado por células de glioblastoma sensibles a la terapia y resistentes a la terapia.
Descubrir la capacidad de la lumefantrina para neutralizar la resistencia del cuerpo a la radiación y la quimioterapia se logró mediante enfoques genéticos y moleculares que identificaron al nuevo elemento genético 'Fli-1' como un elemento genético importante que controla la resistencia a la terapia.
Los investigadores encontraron que la 'proteína de choque térmico B1', también conocida como HSPB1, es prominente en los tumores de glioblastoma, y su expresión está regulada por Fli-1. Así, las estrategias de detección innovadoras para los inhibidores de Fli-1 identificaron a la lumefantrina como un agente prospectivo que podría unirse a Fli-1, inactivarlo y, por lo tanto, suprimir la expresión de genes importantes que regulan el crecimiento, la supervivencia y la oncogenicidad (capacidad de causar tumores) del glioblastoma multiforme.
Además, dos procesos clave esenciales para la invasión y propagación del cáncer conocidos como remodelación de la matriz extracelular (ECM) y transición mesenquimatosa epitelial (EMT) son factores importantes que regulan la capacidad del glioblastoma para responder y resistir la radiación y la quimioterapia. Esos dos procesos están regulados por Fli-1 y son inhibidos por la lumefantrina.