Los Veintiocho respaldan los nuevos límites de exposición a cinco sustancias cancerígenas
BRUSELAS, 6 (EUROPA PRESS)
Los gobiernos de la Unión Europea han respaldado este jueves los nuevos límites de exposición a cinco sustancias cancerígenas --cadmio, berilio, ácido arsénico- formaldehído y metilenbis-- en el puesto de trabajo, según ha informado en un comunicado el Consejo de la UE.
Los Veintiocho han fijado así su posición negociadora en las conversaciones que deben comenzar ahora con el Parlamento Europeo, la otra institución con poderes legislativos, para ampliar la normativa europea sobre sustancias cancerígenas y mutágenas.
En concreto, se establece un nivel máximo de concentración en el aire de 0,001 miligramos por metro cúbico (mg/m3) para el cadmio, tras un periodo de transición de siete años en los que el límite será de 0,004 mg/m3.
En el caso del belirio, el límite se establece en 0,0002 mg/m3, aunque durante los cinco primeros años será del 0,0006 mg/m3. Para el ácido arsénico la normativa fija un límite de 0,01 mg/m3 salvo en el sector de la fundición del cobre, para el que se dispone un periodo de transición de dos años.
También se incluye un periodo de adecuación de tres años para el formaldehído, pero una vez superado concentración de esta sustancia no podrá superar los 0,37 mg/m3 para una exposición de 8 horas y 0,74 mg/m3 para exposiciones de menor tiempo.
Por último, la concentración máxima de metilenbis no podrá superar el los 0,01 mg/m3 con la asignación de una "notación piel", que indica que existe la posibilidad de una absorción importante a través de la piel.
La normativa, una vez aprobada, permite a los Estados miembros poner unos límites más restrictivos para cada una de estas sustancias químicas, que se utilizan en sectores como la construcción, sanidad, fabricación de plásticos, reciclaje, electrónica, laboratorios, fundiciones o fabricación de baterías.
La UE adoptó en 2004 la normativa europea sobre cancerígenos y mutágenos, la cual establece las medidas que deben adoptarse para eliminar o limitar la exposición a agentes químicos, contribuyendo así a evitar cánceres profesionales y enfermedades relacionadas.
La introducción de estas cinco sustancias es la tercera revisión de dicha normativa, tras la de mayo de 2016 y enero de 2017, que proponían límites a una veintena de sustancias consideras cancerígenas. La primera revisión fue adoptada a nivel europeo a finales de 2017, mientras que la segunda está actualmente debatiéndose en el Consejo y el Parlamento.
En la UE los datos muestran que el cáncer es la primera causa de mortalidad laboral, responsable de más de la mitad de las muertes laborales, frente al 24% debido a enfermedades cardiovasculares y el 2% como resultado de lesiones. Además, unos 21 millones de trabajadores están expuestos a al menos una sustancia potencialmente cancerígena.