Los primeros casos de COVID-19 en Nueva York no llegaron de Asia, sino de Europa y otras partes de EEUU
MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
Los primeros casos confirmados de COVID-19 en la ciudad estadounidense de Nueva York se produjeron principalmente por la transmisión sin seguimiento del virus desde Europa y otras partes de los Estados Unidos, según un nuevo estudio de epidemiología molecular de 84 pacientes.
Los resultados, publicados en la revista 'Science', proporcionan pruebas limitadas para apoyar cualquier introducción directa del virus desde China, donde se originó el SARS-CoV-2. El primer caso de SARS-CoV-2 en el Estado de Nueva York se identificó en la ciudad de Nueva York el 29 de febrero. Conocer la ruta que tomó para llegar es esencial para evaluar y diseñar estrategias de contención eficaces.
Los investigadores aprovecharon las secuencias del SARS-CoV-2 recogidas en el Sistema de Salud de Mount Sinai hasta el 18 de marzo, de pacientes que representaban a 21 vecindarios de la ciudad de Nueva York y dos pueblos del vecino condado de Westchester. Los autores secuenciaron 90 genomas del SARS-CoV-2 de 84 de los más de 800 casos positivos confirmados de COVID-19 y analizaron estas secuencias junto con todos los genomas del SARS-CoV-2 disponibles públicamente en todo el mundo (más de 2.000).
Los resultados indican que el SARS-CoV-2 se introdujo en la ciudad de Nueva York a través de múltiples introducciones independientes pero aisladas, principalmente de Europa y otras partes de Estados Unidos. La mayoría de estos casos parecen estar asociados a una transmisión no rastreada y a posibles exposiciones relacionadas con viajes, dicen los autores.
Muy pocos de los casos estaban infectados con un virus que parecía haber sido introducido desde Asia, y en esos casos, el virus estaba más estrechamente relacionado con aislamientos virales de Seattle, Washington. Los autores también encontraron pruebas de que la propagación temprana del virus en la ciudad de Nueva York fue sostenida por la transmisión comunitaria.
Sus datos también apuntan a la limitada eficacia de las restricciones de viaje en un lugar una vez que ya se han producido múltiples introducciones del virus y la transmisión impulsada por la comunidad. Los resultados también subrayan la necesidad de realizar pruebas amplias y continuas para identificar grupos de transmisión no rastreados en las comunidades.