Los ingenieros industriales publican un protocolo de ventilación múltiple con un solo ventilador
MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
El Colegio y Asociación de Ingenieros Industriales de Madrid, ante la situación de "extrema gravedad" que la crisis epidémica generada por el nuevo coronavirus, denominado SARS-CoV-2, está generando y ante la escasez de recursos tecnológicos de ventilación mecánica para atender a los numerosos pacientes que atienden nuestros hospitales, ha publicado un protocolo de ventilación múltiple con un solo ventilador.
En concreto, la organización ha traducido y revisado la guía del jefe del Servicio de Medicina Intensiva y Reanimación del CHRU Brest (Francia), Erwan L'Her, que se publicó el 20 de marzo de 2020, para su posible aplicación en aquellos hospitales que sea necesario. El proceso de traducción y adaptación ha sido realizado gracias a la participación de Carles Calaf, especialista en enfermería médico-quirúrgica y tecnologías hospitalarias para críticos, y a los profesionales de la Comisión de Ingeniería Médica y Sanitaria del Colegio y la Asociación.
Este documento tiene como objetivo aumentar la supervivencia de los pacientes y la capacidad de ventilación artificial en casos de afluencia de un gran número de personas afectadas, permitiendo incrementar la capacidad y número de ventiladores mecánicos disponibles.
Así, está dirigido para las áreas críticas hospitalarias dotadas de ventiladores y sistemas de monitorización que atienden pacientes ventilados mecánicamente. En concreto, en el documento técnico se destaca la importancia de hacer el chequeo del equipo y compensar debidamente el "gran incremento" del espacio muerto, avisando de que es posible que, si los pacientes entre ellos están alejados, el ventilador no pueda hacer este ejercicio.
Del mismo modo, se subraya la necesidad de garantizar la estanqueidad del sistema y la ausencia de fugas por mínimas que sean; que sean entendidas todas estas recomendaciones como medidas de extrema urgencia, de uso limitado al contexto y supervisadas por profesionales asistenciales debidamente entrenados y formados; que la estrategia sea contrastada con las recomendaciones y guías clínicas científicas; y que el recurso sea retirado con el inicio del 'weaning' de alguno de los pacientes.