Los expertos inciden en la importancia de que los deportistas visibilicen sus problemas de depresión y ansiedad
MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
Es importante que deportistas de élite normalicen hablar de salud mental, ya que son ejemplo para la sociedad, según ha afirmado el psicólogo Jorge López, quien también ha apuntado que estos suelen sufrir ansiedad y depresión debido a la presión social o mediática, además de por la obsesión por ser la mejor versión de sí mismos.
"Cuando los deportistas se encuentran ante una situación de estrés competitivo, pueden comprobar cómo, a pesar de su esfuerzo y dedicación a los entrenos, el rendimiento físico en el momento de la competición no es ni mucho menos óptimo, lo que provoca un sistema de miedo y ansiedad", explica el psicólogo. "Los principales síntomas que suelen tener son dolores y molestias estomacales, tensión muscular, dificultades respiratorias y fatiga excesiva acompañada de leves mareos y palpitaciones".
Kiko Narváez, entre muchos otros futbolistas que ahora han admitido haber sufrido de ansiedad durante su carrera futbolística, asegura que en su momento llegó a exagerar dolencias físicas para no jugar. "Es una causa muy común para evitar afrentarse a la competición", explica López Pérez, "es la evitación mayor por miedo y que puede llevar a una sensación de dolor real. Existen casos en los que se llega a provocar dolor crónico, que sucede cuando los efectos de lesiones poco graves obsesionan tanto al deportista que pueden llegar a convertirse en lesiones crónicas".
Según el experto, todo comienza con pequeños síntomas que activan sistemas fóbicos de evitación y control. Por ejemplo, Rafael Nadal ha contado que, cuando sufrió de ansiedad, no lograba mantener el control, ni siquiera de su respiración. Así, en ocasiones, la obsesión por mantenerlo todo bajo control es una de las causas por las que pueden sufrir ansiedad los deportistas de élite.
"La condición inicial de talento predestinado, de por si ventajosa, puede convertirse en una condena, en el control como la solución que aplican los deportistas en su día a día", explica el psicólogo. "Este control puede adquirir rasgos obsesivos convirtiéndose en el problema, es el control en sí lo que hace perder el control, normalmente por miedo al fracaso y no cumplir con las expectativas, a una lesión o a empeorar la que tienen".
Andrés Iniesta hizo que la Selección Española de Fútbol a lo más alto cuando no pasaba por su mejor momento. Él mismo narraba su sensación de estar en un pozo sin salida y la importancia de buscar ayuda, una confesión muy importante para acabar con el estigma de sufrir depresión.
En cualquier caso, se debe contar con ayuda médica especializada, ya que, en caso de no hacerlo, el pánico y la ansiedad pueden evolucionar hasta una depresión.