La inmunoterapia puede ser efectiva en algunos subtipos de tumores gástricos, de páncreas, intestino delgado o colon
MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
La inmunoterapia puede ser efectiva en algunos subtipos de tumores gástricos, de páncreas, intestino delgado o colon, según han comentado más de un centenar de profesionales sanitarios reunidos estos días en el Auditorio de la Fundación MD Anderson España para celebrar la segunda edición del 'Congreso Internacional MD Anderson Cancer Center sobre Oncología Gastrointestinal'.
En concreto, el jefe de la Sección de Tumores Digestivos del Servicio de Oncología Médica de MD Anderson Cancer Center Madrid y uno de los coordinadores del encuentro, José María Viéitez, ha explicado que existe un 5 por ciento de pacientes con inestabilidad de microsatélites que podrían beneficiarse de la inmunoterapia convencional, es decir, de inhibidores de PD-1 o PDL-1.
Para este subgrupo de pacientes, que incluyen tumores gástricos, de páncreas, de intestino delgado o colon, el experto ha asegurado que se abre una línea de tratamiento "muy interesante", por lo que su detección a tiempo es crucial. No obstante, un elevado porcentaje de pacientes en los que estos tratamientos de inmunoterapia no funcionan.
"Los inhibidores de PD-1 y PDL-1 actúan estimulando a los linfocitos, por lo que necesitan que el tumor al que quieren llegar esté infiltrado por linfocitos para ser efectivos", ha destacado el doctor, para comentar que ni el páncreas ni el colon tienen infiltración de linfocitos, lo que complica su eficacia.
Concretamente, en el caso del colon, los linfocitos rodean el tumor sin infiltrarlo, pero al páncreas se le llama desierto inmunológico porque los linfocitos ni siquiera lo rodean. En este punto, Viéitez ha informado de que existen estudios en marcha con resultados iniciales que apuntan que estrategias de inmunoterapia distintas sí podrían ser efectivas en este tipo de tumores.
LA BIOLOGÍA MOLECULAR, CADA VEZ MÁS PRESENTE EN LA TOMA DE DECISIONES
Por otra parte, durante el encuentro se ha abordado la importancia de la biología molecular. "Los pacientes con cáncer colorrectal metastásico que tienen BRAF y RAS mutado evolucionan peor y tienen más probabilidades de tener metástasis extrahepáticas ocultas, de forma que no se beneficiarían tanto de la cirugía hepática", ha recalcado el experto.
Sin embargo, en los casos de cáncer colorrectal metastásico en los que solo existe afectación hepática, además de la cirugía, en el congreso se ha señalado la posibilidad de optar por tratamientos locales con radioterapia (radioembolización) e, incluso, por la realización de un trasplante de hígado.
"Este es un tema muy controvertido actualmente que hace un tiempo ni siquiera se planteaba y que ahora se está investigando en ensayos clínicos porque parece que puede jugar un papel en casos muy determinados", ha añadido el jefe del Servicio de Oncología Quirúrgica, director médico de MD Anderson Madrid y otro de los organizadores del congreso, Santiago González.
En cáncer de colon, también se ha comentado si existen o no suficientes datos para clasificar y tratar de forma distinta a los tumores de colon derecho, habitualmente de peor pronóstico, frente a los tumores de colon izquierdo. "Muy probablemente estamos ante tumores distintos y debemos aprender a diferenciarlos, de la misma forma que ya hacemos con los distintos subtipos de cáncer de mama", ha apostillado el doctor Viéitez.