La caída de los PET-TAC un 66% en abril podría empeorar el pronóstico de cáncer, según expertos
VALÈNCIA, 28 (EUROPA PRESS)
Las pruebas PET-TAC de Medicina Nuclear, que se centran en el diagnóstico metabólico, han caído en abril un 66 por ciento con respecto al mismo mes del año pasado en el hospital Vithas Valencia 9 de Octubre debido a la situación creada por el coronavirus, lo que puede empeorar "sensiblemente" el pronóstico de pacientes oncológicos, según han señalado desde el Servicio de Medicina Nuclear del centro.
En estos casos, suponen una ventaja "notable" frente a los estudios de diagnóstico por imagen, ya que la exploración PET es capaz de detectar determinados cambios en el comportamiento metabólico que desvelan información muy valiosa para determinar el estadiaje de la enfermedad (es decir, la ubicación del cáncer, si se ha diseminado o hacia dónde, y si está afectando otras partes del cuerpo) y/o la respuesta a un determinado tratamiento. Esta capacidad es posible gracias a la detección de un consumo celular desmedido de glucosa, propio de las células tumorales.
Los especialistas que más demandan esta exploración son los oncólogos, neumólogos, hematólogos y cirujanos pero existen tumores que se benefician especialmente de la capacidad diagnóstica -así como de estadiaje y valoración de respuesta al tratamiento- de la PET-TAC: el cáncer de pulmón, los linfomas, el cáncer colorrectal, los tumores de cabeza y cuello, el melanoma y los tumores de origen desconocido son los más frecuentes, han señalado las mismas fuentes.
"Evidentemente, los beneficios de la PET-TAC en la lucha contra enfermedades potencialmente graves como el cáncer se diluyen cuando su realización se pospone, menospreciando una ventaja en el tiempo de incalculable valor", han añadido.
PROTOCOLOS ESTRICTOS DE SEGURIDAD
Vithas 9 de Octubre, tras la autorización de la Conselleria de Sanitat del pasado 17 de abril para retomar de forma paulatina la actividad en los hospitales, ha implementado "estrictos" protocolos de seguridad frente a la covid-19 y el servicio de Medicina Nuclear ha implantado protocolos "extraordinarios" para dar respuesta a las necesidades de seguridad propias de exploraciones PET-TAC.
Previamente a la exploración del paciente, el equipo médico del Servicio de Medicina Nuclear realiza una anamnesis -preguntas que desvelan datos con un fin diagnóstico- para determinar si ha sufrido covid-19 o si es paciente de riesgo.
"Si concluimos que puede haber riesgo, citamos al paciente a última hora. Tras su salida, todo el circuito se somete a un proceso de desinfección que se desmarca del habitual y que sigue las normas internacionales pautadas en este escenario por General Electric, fabricante de nuestros equipos PET-TAC", ha explicado el responsable del Servicio de Medicina Nuclear de Vithas Valencia 9 de Octubre, Pablo Sopena.
Independientemente del grado de riesgo de padecer covid-19 de cada paciente, todos los pacientes pasan por el protocolo diseñado por el servicio para velar por la seguridad de los pacientes. En este sentido, "antes de que el paciente se vaya, se comprueba en la TAC que no existe un patrón pulmonar compatible con el covid-19. En caso afirmativo, la información se traslada al paciente y al médico que ha solicitado la prueba. "En ocasiones en la TAC no se aprecia, pero el PET desvela patrones que pueden sugerir la presencia del virus. En tal caso, se actúa de igual forma: avisando a paciente y médico", ha matizado Sopena.
PRUEBA INDOLORA
Además las habitaciones para la preparación de los pacientes son individuales y están provistas de un sistema de videocámaras para controlar en todo momento cómo se encuentra y puede estar acompañado por una persona.
La PET-TAC es una exploración indolora, dura alrededor de 10 minutos, no tiene efectos secundarios y permite al paciente retomar su rutina de forma inmediata.
En torno a 9 de cada 10 exploraciones se dan en pacientes oncológicos. Pero también es especialmente útil en neurología, sobre todo en el diagnóstico de demencias y del riesgo de padecer alzhéimer y procesos infecciosos e inflamatorios como artritis o vasculitis.
"Una demora prolongada en la realización de un PET-TAC en un paciente oncológico puede tener consecuencias tan serias como que pase a ser, de un caso quirúrgico, a no quirúrgico, con las consecuencias negativas que eso puede tener en el pronóstico del paciente", ha incidido Sopena.