Hasta el 85% de los pacientes con EII requieren, al menos, un ingreso hospitalario cada cinco años
MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Hasta el 85 por ciento de los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII) requieren, al menos, un ingreso hospitalario cada cinco años, según ha comentado el especialista en aparato digestivo del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas, Fernando Luca de Tena.
Las EII son conjunto de enfermedades inmunomediadas que afectan al aparato digestivo, desde la boca al ano, provocando procesos inflamatorios en alguna de sus partes de una forma crónica. Se estima que más de 300.000 personas en España están afectadas por la EII, siendo las más prevalentes la Enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.
"Al ser enfermedades crónicas, que cursan con brotes, el tratamiento tiene como objetivo conseguir espaciar lo más posible en el tiempo la recurrencia de los brotes y disminuir la severidad de los mismos. Tienen una duración media de entre 2-4 semanas, lo que merma de manera muy importante la calidad de vida de los pacientes", ha explicado.
En la actualidad, no se conocen exactamente las causas que originan este grupo de patologías, lo que dificulta la efectividad de los tratamientos utilizados hasta el momento. Se cree que puede deberse a un grupo de factores genéticos, ambientales y relacionados con el modo de vida, y a cambios en la microbiota intestinal.
En los últimos años se han desarrollado algunas pruebas que permiten identificar desencadenantes de la EII y predecir la respuesta del paciente ante determinadas terapias a medio y largo plazo. Así, el biomarcador HLA-DQA1+05: la detección de este alelo (en sangre) mejoran los resultados de los tratamientos de los pacientes al ayudar a los médicos a seleccionar terapias combinadas y anti-TNF (fármacos contra el factor de necrosis tumoral).
Tambén existe la predicción del fracaso del tratamiento anti-TNF: prueba en sangre que identifica los factores clínicos y farmacocinéticos que predicen la falta de respuesta primaria en la semana 14 después de comenzar el tratamiento, la no remisión en la semana 54 y los eventos adversos que conducen a la retirada del fármaco.
"Uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos los especialistas es que los fármacos utilizados en los tratamientos no tienen la misma respuesta en todos los pacientes: cada caso es diferente. Esto unido a la falta de adherencia a los tratamientos y a unos hábitos de vida inadecuados, hace que los tratamientos puedan fracasar y que hasta en el 85 por ciento de los casos los pacientes con Enfermedad Inflamatoria Intestinal requieran al menos una hospitalización cada 5 años", ha añadido Luca de Tena.
Las terapias para el tratamiento de la EII han avanzado mucho en las últimas décadas. En este sentido, el doctor ha comentado que existen cada vez más tratamientos anti- TFN y nuevas moléculas con mayor índice de efectividad y menores efectos secundarios para los pacientes.
Entre los tratamientos más novedoso y con mejores resultados se encuentra ustekinumab, indicado para el tratamiento de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal activa, de moderada a grave, en pacientes adultos que hayan tenido una respuesta inadecuada, presenten pérdida de respuesta o sean intolerantes al tratamiento convencional o a antagonistas de TNFalfa o presenten contraindicaciones. El fármaco participa en la regulación de la inflamación y respuesta inmunitaria de los linfocitos T.
Asimismo, también está vedolizumab, un fármaco utilizado como tratamiento de mantenimiento en pacientes con patología activa de moderada a grave. Puede ser administrado vía intravenosa o subcutánea, tiene un perfil de seguridad y tolerabilidad favorable (mínimos efectos secundarios), y es un anticuerpo monoclonal que inhibe la integrina a4*7 selectiva intestinal.
"En los próximos años veremos muchos avances en el tratamiento de la EII, ya que cada vez se conoce más la etiología de estas enfermedades. Además, están produciéndose múltiples líneas de investigación, no solo en nuevas moléculas sino también en posibles agentes desencadenantes o participantes en el desarrollo de la enfermedad, como la microbiota intestinal. Todo esto unido, conseguirá mejorar de forma importante la calidad de vida de estos pacientes crónicos", ha zanjado el experto.