Experto apunta que toxina botulínica es alternativa en pacientes con distonía y migraña que no responden a tratamiento

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Europa Press | 11 nov, 2019

MADRID, 11 (EUROPA PRESS)

El jefe del Servicio de Neurología del Hospital Virgen de la Salud de Toledo, Carlos Marsal, ha señalado que la toxina botulínica puede ser una alternativa para pacientes con distonía y migraña que han probado otras terapias sin éxito. Su uso siempre se ha asociado a temas de estética, pero también puede ser muy eficaz en diversas patologías neurológicas, como en trastornos del movimiento, espasticidad, migraña crónica, sialorrea e hiperhidrosis.

Durante su participación en las XXIV Jornadas de Atención Primaria de la Sociedad Castellano-manchega de Médicos Generales y de Familia (SEMG CLM), celebradas en Talavera de la Reina del 7 al 9 de noviembre, el experto ha explicado que, en comparación con otros fármacos empleados antes de la toxina, los porcentajes de eficacia son "muy altos" en las distonías, que son contracciones musculares involuntarias, sostenidas o intermitentes que causan una postura anómala, movimientos repetitivos o ambas cosas.

En concreto, ha indicado que la eficacia es del 90 por ciento en el caso del blefaroespasmo, una distonía focal que consiste en contracciones involuntarias y paroxísticas de los músculos orbiculares (párpados) y que dificulta la visión, pudiendo llevar a la ceguera funcional. En otras distonías también puede ser elevado el porcentaje de éxito, en concreto, de en torno al 70-75 por ciento en la distonía cervical.

La toxina botulínica constituye una alternativa para pacientes que han probado otras terapias sin éxito, como en la migraña crónica, donde la eficacia está por encima del 60 por ciento, que puede llegar hasta el 80 por ciento conforme se aumenta la dosis, tal y como ha recordado Carlos Marsal.

El experto ha trasladado a los médicos de familia asistentes a las jornadas las indicaciones de la toxina botulínica en determinadas patologías que son atendidas en las consultas del primer nivel asistencial, y cuándo estos casos deben ser derivadas a la Atención Hospitalaria. En cuanto al momento en el que hay que derivarlas al Servicio de Neurología, Marsal ha indica que, dependiendo de la patología, la indicación de la toxina puede ser de elección (derivar siempre) o de segundo nivel, es decir, derivar al fallar tratamientos convencionales.

En cuanto al seguimiento de estos pacientes, según el también presidente de la Sociedad Castellano Manchega de Neurología (SCMN), debe ser por parte de ambos especialistas, el neurólogo y el médico de Atención Primaria, siendo un "buen ejemplo de cómo la coordinación entre ambos niveles asistenciales es el mejor escenario para el paciente".

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