Autismo España celebra una jornada técnica sobre la situación y necesidades de las personas con TEA en España
MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
Con motivo de la celebración del 25 aniversario de Autismo España, la Confederación ha dado a conocer los datos sobre TEA en España durante la Jornada Técnica 'Situación y necesidades de las personas con trastorno del espectro del autismo en España: Resultados y tendencias sociodemográficas en 2019'.
En ella profesionales del área de Investigación y Transferencia del Conocimiento de Autismo España han dado a conocer información relativa a las fuentes estadísticas oficiales, que comprenden las estadísticas comparadas de la Base Estatal de datos de personas con discapacidad, el Instituto Nacional de Estadística, el Ministerio de Educación y Formación Profesional y las Consejerías de Educación y Comunidades Autónomas. Además, se han servido de los datos aportados por las entidades confederadas.
Los resultados y tendencias que se han presentado en la Jornada Técnica han sido identificados en el marco del Estudio Sociodemográfico que Autismo España comenzó a desarrollar en el año 2015. El trabajo ha implicado a 133 entidades, 17 comunidades autónomas y dos ciudades autónomas. El objetivo de este estudio es recopilar información sobre la situación y necesidades de las personas con TEA en España. La jornada ha sido inaugurada por la secretaria de Estado de Servicios Sociales, Ana Isabel Lima, y el vicepresidente de Autismo España, José Luis Bruned.
La directora técnica de Autismo España, Ruth Vidriales, ha explicado que los estudios internacionales estiman la prevalencia del TEA en torno al 1 por ciento. Aunque debería haber identificadas unas 470.000 personas con autismo, la realidad es distinta, y la identificación es mucho menor. Estas estimaciones son sin datos identificados. Asimismo, ha destacado que existe una discrepancia muy importante entre las bases de datos y la realidad.
"A pesar de la dispersión en sistemas de registro y codificación, sabemos que hay una convergencia de tendencias generales, que hay grandes diferencias territoriales, que hay un incremento significativo de población identificada, que son personas jóvenes, predominantemente mujeres, y que hay una heterogeneidad en perfiles y necesidades", ha explicado Ruth Vidriales.
Además, ha transmitido que los objetivos a largo plazo de la Confederación se centrarán en incidir en que el TEA esté presente en las estadísticas y estudios poblacionales, tener información que permita un análisis longitudinal -la información que hay ahora es sobre población muy joven hasta los 21 años-, hacer un estudio de realidades específicas, desarrollar políticas públicas y la toma de decisiones basadas en datos.
Según los datos del IMSERSO, el perfil identificado es muy similar al que ha sido previamente identificado en la literatura. Hay 62.275 personas identificadas, en su mayoría hombres. De ellos, el 78,58 por ciento tienen trastornos del desarrollo.
En cuanto a la distribución por edad, el 75,77 por ciento es menor de 21 años, según datos de Autismo España. De esta forma, la identificación es cada vez menor en función de la edad, de manera que el 75,64 por ciento de las personas identificadas tienen de 0 a 19 años, de los cuales el 51,58 por ciento tienen de 5 a 14 años, el 6,47 por ciento tienen más de 35 años y solo el 1,26 por ciento de los identificados tienen más de 50 años.
De las personas identificadas, entre el 33 y el 64 por ciento tienen reconocida la discapacidad, con una distribución equilibrada entre mujeres y hombres. De mismo modo ocurre con el reconocimiento de dependencia, con un grado reconocido del 27 por ciento, y el 42,01 por ciento es de tercer grado.
Cuando se ha confirmado un diagnóstico de autismo, la mayor parte de los diagnósticos se han producido en el ámbito sanitario público, seguidas de una entidad específica de TEA (asociaciones, fundaciones...), del sistema sanitario privado, y solo el 4 por ciento se han realizado en el ámbito educativo público.
En el estudio se ha observado una relevancia en los factores de riesgo, como los antecedentes familiares, el nacimiento pre término y el bajo peso al nacer. En un 5,6 por ciento de los casos tenían factores genéticos asociados, de los cuales los más frecuentes son el síndrome del X frágil y el síndrome de Down.
Sobre los antecedentes familiares la mayor parte provienen de hermanos y familiares directos. Un aspecto relevante es que la prematuridad actúa como factor de riesgo, ya que el 10,4 por ciento ha tenido un nacimiento antes de las 37 semanas de gestación y hasta el 7,49 por ciento han tenido bajo peso al nacer (por debajo de 2,500kg).
Cuando se preguntó por el estado de salud, se observa que hay una mayor comorbilidad y peor estado de salud, y un 70 por ciento tiene uno o más trastornos psiquiátricos comórbidos. Además, hay un incremento de los índices de mortalidad en la vida adulta, generalmente asociados a trastornos neurológicos, cáncer, enfermedades cardíacas, trastornos respiratorios y accidentes.
Respecto a las enfermedades crónicas diagnosticadas, hay una prevalencia de los trastornos del sueño (9,19%), la dermatitis y eccema (6,23%), el sobrepeso y obesidad (5,98%), trastornos intestinales (4,47%), anomalías dentofaciales (2.02%) y trastornos de la glándula tiroides (1,95%). Existen diferencias asociadas al sexo, y las mujeres sufren casi el doble de trastornos del sueño, sobrepeso u obesidad y trastornos intestinales, y el triple de anomalías dentofaciales o mandibulares y trastornos de la glándula tiroides.
Sobre las alteraciones diagnosticadas del sistema nerviosos el 14 por ciento tiene epilepsia y crisis epilépticas recurrentes. En relación a la edad, los trastornos del sueño se dan sobre todo en niños. Entre los trastornos comórbidos clínicamente diagnosticados, un 15,2 por ciento tienen trastornos de control de los impulsos. También hay diferencias en función de la edad y aumentan conforme las edades son más altas.
Respecto al abordaje, hay una alta prescripción de tratamientos farmacológicos que incrementan de manera continuada a lo largo de la vida. Así, el 52,71 por ciento tienen tratamientos farmacológicos, y la prescripción es más frecuente en mujeres.
"Existe muy poca información sobre las cifras del autismo. Nuestro objetivo es actualizar los datos existentes sobre TEA, conocer su prevalencia y poder hacer un diagnóstico lo más preciso posible, así como identificar nuevas necesidades y nuevas líneas de trabajo", ha concluido Vidriales.