Boeing reduce sus pérdidas a la mitad entre julio y septiembre y reafirma previsiones
No obstante, la compañía entregará menos 737 MAX de los inicialmente previstos
El fabricante estadounidense de aeronaves Boeing ha reducido a la mitad su pérdida trimestral entre julio y septiembre. Según ha informado la compañía este martes, las pérdidas para el período han ascendido a 1.638 millones de dólares frente a los 3.308 millones de pérdidas contabilizadas al cierre del mismo período del año pasado. En el acumulado anual, las pérdidas se han reducido hasta los 2.212 millones frente a los 4.390 millones de dólares de pérdidas registrados entre enero y septiembre del año pasado.
Estas cifras dejan una pérdida por acción de 3,26 dólares frente a los 6,18 dólares del mismo período del año anterior, mientras que en el año las pérdidas menguan hasta los 5,35 dólares por título frente a los 9,31 dólares por acción de 2022.
Por su parte, los ingresos han aumentado un 13% hasta alcanzar los 18.104 millones de dólares en los últimos tres meses. Entre enero y septiembre, la facturación de Boeing se ha expandido un 20% hasta alcanzar los 55.776 millones de dólares frente a los 46.628 millones de dólares del año pasado.
Por áreas de negocio, el segmento de Aviación comercial aumentó sus ingresos hasta los 7.876 millones de dólares (+25%) debido un mayor número de entregas del modelo 787. Asimismo, la compañía subraya que el margen operativo del -8,6% también refleja unas menores entregas del 737, así como costes anormales y gastos del periodo, incluidos los de investigación y desarrollo.
En este sentido, la compañía ha informado que espera entregar este año entre 375 y 400 unidades del modelo 737 MAX, frente a una estimación anterior de entre 400 y 450 unidades. Según la compañía, se identificó una "anomalía del proveedor en la sección del mamparo de presión de popa de algunos aviones 737", aunque han advertido que no se trata de un problema inmediato para la seguridad de vuelo y ha subrayado que la flota operativa puede seguir volando "con seguridad". Los analistas creen que esto podría suponer un contratiempo para Boeing y para las aerolíneas, ya que las compañías están ansiosos por renovar su flota con aviones más eficientes desde el punto de vista energético.
"En cuanto a la producción, los proveedores continúan con los aumentos de ritmo previstos, y la compañía espera completar la transición del ensamblaje final a 38 por mes a finales de año, con planes para aumentar a 50 por mes en el marco temporal 2025-2026. El programa 787 está realizando la transición a una producción de cinco aviones al mes y tiene previsto aumentar a 10 aviones al mes en el periodo 2025/2026. El programa sigue esperando entregar entre 70 y 80 aviones este año", han añadido desde Boeing.
Durante el trimestre, este segmento registró 398 pedidos netos, incluidos 150 aviones 737 MAX 10 para Ryanair, 50 aviones 787 para United Airlines y 39 aviones 787 para Saudi Arabian Airlines y entregó 105 aviones durante el trimestre. La cartera de pedidos incluía más de 5.100 aviones valorados en 392.000 millones de dólares.
Por otro lado, el segmento de Defensa, Espacio y Seguridad aumentó un 3% su facturación hasta los 5.481 millones de dólares, aunque los resultados se vieron afectados por pérdidas valoradas en 315 millones de dólares por un contrato de satélites "debido a consideraciones estimadas del cliente y al aumento de los costes para mejorar la constelación y cumplir los compromisos del ciclo de vida". Durante el trimestre, Boeing entregó el primer T-7A Red Hawk a las Fuerzas Aéreas de EEUU y obtuvo una adjudicación del Ejército de EEUU para 21 AH-64E Apaches. La cartera de pedidos de Defensa, Espacio y Seguridad ascendió a 58.000 millones de dólares, de los cuales el 29% corresponde a pedidos de clientes de fuera de Estados Unidos.
A su vez, los ingresos del segmento Servicios Globales escalaron un 9% hasta los 4.812 millones de dólares, con un margen operativo del 16,3% que "refleja un mayor volumen comercial y mix". Durante el trimestre, la firma norteamericana entregó el Boeing 737-800 Converted Freighter número 150, recibió un pedido de la Armada de EE.UU. para la modernización de entrenadores P-8 y firmó un acuerdo de mantenimiento digital con Philippine Airlines para la gestión de la salud de los aviones.
Asimismo, la compañía ha reafirmado sus previsiones para el ejercicio 2023. En concreto, Boeing espera entre 4.500 y 6.500 millones de dólares de flujo de caja operativo y entre 3.000 y 5.000 millones de flujo de caja libre.
Los resultados parecen haber gustado a los inversores, ya que la compañía sube con ganas en la preapertura de Wall Street. En lo que va de año, Boeing se ha dejado algo más de un 4% en bolsa.
"He oído a personas ajenas a nuestra empresa preguntarse si hemos perdido el paso. Yo lo veo como todo lo contrario. Lo más importante es que hemos trabajado duro para inculcar una cultura de hablar claro y plantear con transparencia cualquier problema, sin importar el tamaño, para que podamos hacer las cosas bien en el futuro", ha señalado el CEO y presidente de Boeing, Dave Calhoun, en un correo a los empleados al que ha tenido acceso 'CNBC'. Según el CEO, la firma tiene en su mano solucionar esos problemas "de una vez por todas".
"Seguimos avanzando en nuestra recuperación y, a pesar de los retos a corto plazo, seguimos en el buen camino para alcanzar los objetivos financieros que nos hemos fijado para este año y a largo plazo. Estamos centrados en impulsar la estabilidad en nuestra cadena de suministro y mejorar el rendimiento operativo a medida que aumentamos de forma constante las tasas de producción para satisfacer la fuerte demanda. El importante trabajo que estamos realizando para aumentar el rigor de nuestros sistemas de calidad y crear una cultura de transparencia a la hora de plantear cualquier problema, independientemente de su magnitud, puede plantear retos a corto plazo, pero es la forma de encaminarnos en la dirección correcta para nuestro futuro a largo plazo", ha sentenciado Calhoun.