Cincuenta líderes islamistas fueron recibidos en el Parlament de Catalunya pese a la alerta del auge del salafismo
Uno de los anfitriones fue Nouredinne Ziani, expulsado de España por amenazar la seguridad nacional
- La Generalitat ha tratado de que el soberanismo cale entre la comunidad musulmana de Cataluña
Una delegación de cincuenta líderes islamistas, con el radical Noureddine Ziani entre ellos, protagonizó una visita al Parlament de Catalunya en julio de 2012, hecho que coincidió en el tiempo con el aviso del Ministerio del Interior del avance salmista en Cataluña.
El acontecimiento, que ocupa toda la portada de ABC, el día después de que se haya celebrado en Barcelona la cumbre de 36 países para debatir formas de hacer frente común contra el terrorismo yihadista, se celebró con todos los honores y actuaron como anfitriones Josep Rull, entonces miembro de la Mesa del Parlamento catalán y hoy coordinador general de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC); Angel Colom, dirigente de la Fundación Nous Catalans; y Nouredinne Ziani, por aquellas fechas presidente de la Unión de Centros Culturales Islámicos de Cataluña (Uccic).
Recuerda ABC que el salafista Ziani era responsable del Espacio Catalano-Marroquí y “fue expulsado de España en 2013 a instancias del CNI, que le acusó de amenazar la seguridad nacional por su discurso salafista”. Además, la Generalitat ya había sido advertida de la peligrosidad de este sujeto, según el medio. Acogieron a los líderes islamistas que acudían a Barcelona a ofrecer una serie de conferencias con motivo del Ramadán los responsables de la fundación nous catalans Latifa El Hassani y Younes El Harrak.
También relata ABC que la misma fundación explicaba en su web que el motivo de la “honorífica recepción” respondía a la necesidad de que los imanes obtuvieran información directa de la “historia y realidad de la nación catalana”. De hecho, el medio vincula este acontecimiento puntual a la campaña más amplia de la Generalitat para captar a los 400.000 musulmanes que viven en Cataluña para la campaña soberanista con el objetivo de blindarla socialmente.
El diario alerta también del peligro que todo esto entraña y que es motivo de preocupación entre los servicios de inteligencia ya que “se está primando a un colectivo que está siendo dominado por las corrientes más integristas y medievales del islam –como es la salafista–, en detrimento de otros como por ejemplo la inmigración procedente de Iberoamérica”.
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