60 parlamentarios conservadores presionan a May para que corte por lo sano con la UE
El ala más euroescéptica de los "tories" ha decidido cerrar filas en torno a los planes de divorcio de Reino Unido
- 60 parlamentarios han exigido a May que retire el país del mercado único siguiendo el camino del Brexit duro
- El Ejecutivo tiene entre sus manos unos 500 proyectos relacionados con el Brexit
Actualizado : 09:05
Hay inquietud entre las filas del partido conservador británico sobre el Brexit. El ala más euroescéptica de los “tories” ha decidido cerrar filas en torno a los planes de divorcio de Reino Unido y la Unión Europea de la primera ministro británica, Theresa May, y apuestan por cortar por lo sano.
60 parlamentarios, entre los que se encuentran seis ex ministros, han exigido a May que retire el país del mercado único siguiendo el camino del Brexit duro que ella misma defendía hace apenas unas semanas. El rotativo The Telegraph informa de que los diputados han hecho pública su postura después de las informaciones aparecidas en varios medios sobre la división interna en el gabinete de la premiere.
60 parlamentarios han exigido a May que retire el país del mercado único siguiendo el camino del Brexit duro
El temor de este ala dura del partido conservador es que los miembros pro europeos del Cabinet Office -el engranaje administrativo a disposición de la oficina de la primera ministra-, logren imponer un Brexit suave.
DIVISIÓN EN LA OFICINA DE MAY
A inicios de la semana pasada, varios medios británicos se hicieron eco de un memorándum interno que señala serias diferencias internas en la oficina de la primera ministra que podría retrasar el inicio del Brexit, al menos seis meses.
Según el documento, elaborado por consultores del Cabinet Office, el Ejecutivo tiene entre sus manos unos 500 proyectos relacionados con el Brexit y deberá contratar otros 30.000 funcionarios extra para las negociaciones con Bruselas.
El informe, además, pone el acento en que parte de las dificultades que se están hallando obedecen al estilo “demasiado personalista” de Theresa May que considera “poco sostenible” en el largo plazo.