El tope a los precios del gas, "una medida que hace mucho ruido y rompe pocas nueces"
Juan Carlos Higueras (EAE Business School) considera que es poco útil para controlar el precio de la luz
Actualizado : 15:22
Sube la luz en el tercer día de ‘excepción ibérica’ para topar los precios del gas. El precio medio ha repuntado este viernes un 4,15% respecto a este jueves, superando la cota de los 180 euros por megavatio hora (MWh). Así, el precio medio de la luz supera los 177,9 euros/MWh, 7 euros más que ayer.
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Ribera cree que la bajada del precio de la luz por el tope al gas será del 15%“Al final todo depende del precio del gas”, señala Juan Carlos Higueras, analista económico y profesor de EAE Business School, “aunque hayamos puesto un tope artificial al gas, hay que pagar una compensación a las eléctricas de cogeneración y equilibrar esa diferencia”. Y es que, como indica Higueras, cuanto mayor sea la diferencia entre el precio de mercado y el tope, mayor será la compensación y mayor será lo que paguemos por la luz. Mibgas, la referencia que se tiene en cuenta para calcular esta compensación, se va a situar este viernes en una media de 88,48 euros, un 48% más que el miércoles.
Pero no es el único factor tras esta subida. Un aumento de la demanda no previsto; la reducción de la generación eólica por la ola de calor o el menor rendimiento de la generación fotovoltaica cuando el sol es intenso; el parón más largo de lo previsto en la central nuclear de Trillo; y un actor “que parece no haberse tenido en cuenta” a la hora de desarrollar este mecanismo, también afectan.
“Portugal, Francia y diría que también Marruecos nos están comprando buena parte de la electricidad subvencionada que estamos produciendo”, explica Higueras, quien subraya que “aunque tendremos algunas compensaciones, no van a compensar todo lo que se está dando a las eléctricas de cogeneración… con lo cual, nos está costando dinero a los españoles que nos compren energía”.
Higueras destaca esta circunstancia como “el defecto de fábrica” de esta herramienta, que ha dejado, por el momento, “un efecto poco significativo” en unos precios que “seguirán subiendo”, ya que “Portugal y Francia no van a dejar de comprarnos esta energía subvencionada”. “El impacto sobre la factura apenas se va a notar, es un efecto ridículo sobre el precio final”, afirma contundentemente el analista económico, al tiempo que califica la medida como “un instrumento que hace mucho ruido, pero rompe pocas nueces”.
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Antonio Delgado (Aleasoft): "Tardaremos en recuperar precios de la luz como los de 2019"En este sentido, Higueras señala dos medidas que se pueden tomar para poder lograr el objetivo de reducir el precio de la energía: la primera, cambiar el sistema marginalista de fijación de precios, la más complicada; la segunda y “más evidente”, en palabras de Higueras, es reducir los impuestos. “En torno a la mitad del recibo son peajes, impuestos, IVA y déficits de todo tipo a los que hay que añadir esta compensación al gas. Reduce o quita esos impuestos de forma temporal y baja el precio de la factura final, que es el objetivo: que los consumidores paguen menos”, explica, al tiempo que añade que “la energía es un bien básico y los bienes básicos no deberían estar gravados porque son bienes fundamentales”.
Sin embargo, el profesor de EAE Business School cree que esto es improbable, ya que “bajaría la recaudación y, aun con estos ingresos récord, vamos a tener un déficit salvaje”, una situación que “pone en un compromiso al Gobierno frente a Europa, que pedirá hacer algún recorte que va en contra del programa de los partidos de Gobierno”.
Por último, este experto pide considerar seguir la ruta de otros vecinos europeos y apostar por la energía nuclear, “quitando los impuestos del 60% que tiene, al menos durante un par de años”. “Creo que todos queremos un mundo sostenible y verde, pero no sé si con el sacrificio que vamos a tener que hacer ahora para llegar ahí. A Estados Unidos y China, que son los que más contaminan, ahora mismo esto les trae sin cuidado. El empobrecimiento de los ciudadanos y el lastre que supone para las economías europeas es importantísimo”, sentencia.