Moody's prevé que el 60% de los soberanos de la eurozona estarán en recesión en 2023

Debido a la crisis energética, el aumento de los tipos de interés y la debilidad de la demanda externa

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Bolsamania | 16 ene, 2023

La agencia de calificación Moody's ha hecho publicas sus perspectivas para la solvencia soberana en la zona del euro en 2023, que arroja una visión negativa, ya que considera que "la crisis energética, el aumento de los tipos de interés y la debilidad de la demanda externa desencadenarán una leve recesión".

Para el presente año, destacan los analistas de Moody's, las medidas de apoyo público contendrán los efectos sociales de la crisis energética, aunque también tendrán un efecto en la consolidación fiscal producida después de la pandemia. Como resultado de este proceso, la deuda se mantendrá por encima de los niveles previos a la irrupción del Covid-19, a pesar de que un posible aumento del PIB nominal pueda conducir a una disminución moderada de su carga.

"Además, si se materializa, la estanflación podría tener graves consecuencias crediticias para algunos soberanos del sur de Europa. A más largo plazo, los altos precios de la energía también podrían debilitar la competitividad de los precios de la región y conducir a un declive estructural de sus bases industriales en la ausencia de una acción gubernamental efectiva", agregan.

Según su pronóstico, el riesgo de estanflación en la zona euro es "significativo", mientras que la llegada de la recisión se da por segura para el 60% de los soberanos. Además, vaticinan unas contracciones económicas en Alemania, Italia y Eslovaquia que empujarán los niveles del PIB por debajo de los registros previos a la pandemia. En el caso de España, la predicción es de un crecimiento del 0,9%, que "no será suficiente para devolver su economía a los niveles previos a la pandemia".

Asimismo, consideran que "los retos del Banco Central Europeo (BCE) de cara al control de la inflación aumentan el riesgo de estanflación", y sobre la efectividad de estas medidas, ven una inflación que se moderará al 6,4% en el año.

"Cualquier endurecimiento de la política monetaria también debe equilibrarse con los efectos sobre los costos de endeudamiento soberano. Sin embargo, una respuesta lenta en relación con la Reserva Federal en particular podría dar lugar a una nueva depreciación del euro frente al dólar estadounidense, lo que avivaría aún más las presiones inflacionarias", valoran.

CAÍDA DE LOS INGRESOS DISPONIBLES

Los ingresos disponibles "disminuirán considerablemente y pesarán sobre el consumo privado", ya que "es poco probable que el crecimiento de los salarios nominales pueda mantener el ritmo". "Sin embargo, la escasez de mano de obra y las crecientes presiones demográficas contendrán cualquier aumento significativo del desempleo a medida que las empresas intenten retener a sus trabajadores cualificados", destacan.

La confianza de los consumidores, y también de las empresas, se verá afectada por el temor a un racionamiento de energía, aunque desde Moody's consideran que esta dosificación forzada se debería evitar gracias los esfuerzos de abastecimiento, a la obtención de suministro de gas natural de otros países, a la gestión de la demanda y a un invierno que está siendo suave hasta el momento.

La nota negativa es que "las condiciones de suministro seguirán tensas porque la región es un importador neto de energía y la infraestructura existente está orientada al abastecimiento gas de Rusia".

La débil demanda de los principales socios comerciales (especialmente en Estados Unidos, Reino Unido, china y Polonia) y los altos precios de la energía pesarán sobre las exportaciones para una región en la que el comercio internacional representa casi el 30% del PIB. El pronóstico más esperanzador es que "las interrupciones de la cadena de suministro global continuarán disminuyendo desde los picos de fines de 2021".

Una de las actividades económicas que más se puede resentir durante el año es el turismo, cuya recuperación tras la caída provocada por la pandemia "probablemente haya alcanzado su punto máximo, con mayores costos de viaje y una caída en el poder adquisitivo en los países de origen clave", lo que generará desafíos adicionales para los países más dependientes del turismo, como Croacia, Grecia o Portugal.

La contracción económica en la eurozona puede verse suavizada por la inversión ligada al fondo de recuperación pospandemia, como las subvenciones disponibles bajo el Fondo de Recuperación y Resiliencia, aunque "los cuellos de botella, así como la escasez de mano de obra y material y los largos procedimientos burocráticos, presentan importantes riesgos de implementación".

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