Estado y Fiscalía se mantendrán al margen del 9-N mientras la Generalitat no ejecute nuevas acciones

El Gobierno quiere evitar la 'foto' del más mínimo conflicto el 9 de noviembre

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Bolsamania | 06 nov, 2014

Actualizado : 06:40

La consigna de cara a posibles actuaciones en el 9-N por parte del Ejecutivo de Mariano Rajoy o de la Fiscalía es la de mantener un perfil bajo, o lo que es lo mismo, mantenerse al margen siempre y cuando no haya un incumplimiento flagrante por parte del Govern de la Generalitat de la suspensión del Tribunal Constitucional (TC) del nuevo proceso participativo.

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Lo hecho, hecho está. Ese parece el punto de vista del Gobierno central acerca de movimientos como las papeletas enviadas, la web activa o los vídeos que ya circulan por la red. Desde el Estado se dan por satisfechos con la impugnación y en el Ministerio de lo Público -que tiene autonomía de actuación- se mantienen expectantes ante cualquier señal de que la Generalitat sigue siendo el motor de la consulta alternativa. Pero la Fiscalía es consciente de que el Estado no quiere complicaciones, según La Vanguardia, y sólo intervendrán si hay movimientos del Ejecutivo de Artur Mas.

No piensan actuar contra la sociedad civil, contra independentistas ni contra que se acuda a votar en determinados puntos de convocatoria: colegios, institutos, etc. Es decir, aclara el rotativo que no perseguirán el nuevo 9-N si se produce de forma limitada y sin implicación del Gobierno autonómico, ya que le darán el tratamiento de una manifestación o de una recogida de firmas.

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9-N EN PAZ

Para el Gobierno no habrá consulta si Mas se mantiene al margen

Lo que quieren evitar a toda costa es la foto que parece perseguir Artur Mas: la de efectivos policiales ante los puntos de participación impidiendo a los ciudadanos ejercer su libertad de expresión. Buscan que el día transcurra con serenidad y que pase rápido, para poder seguir plantando cara mediante la vía del TC para que se anule la ley de Consultas.

Así, concluye el medio que el Gobierno adoptará la postura de que no "habrá consulta" y que todo lo que pase será una manifestación cívica, similar a las movilizaciones soberanistas de la diada del 11 de septiembre.

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