¿A qué se enfrenta Artur Mas? Las cinco claves tras el 9-N

La consulta alternativa del 9-N, -el gran proceso participativo que ha convocado a todos los mayores de 16 años a las urnas-entre 5,4 millones de catalanes o 6,2 según el Instituto Nacional de Estadística, se ha saldado con una participación total de 2.305.290 catalanes, de los que más del 80,72% han votado a favor de la independencia de Cataluña.

Su artífice, Artur Mas, se enfrenta ahora a una investigación de la Fiscalía y tiene unos meses por delante en los que se incrementará su rivalidad con el líder de ERC, Oriol Junqueras, por lo que deberá buscar nuevos aliados políticos. Además, el president de la Generalitat tiene el "fantasma" del adelanto electoral que no logra ahuyentar y una reunión con Mariano Rajoy en la agenda para pedirle un referédum legal y vinculante.

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La Fiscalía no pasará por alto el comportamiento del Govern el 9-N

PERSECUCIÓN PENAL

Con 40.000 voluntarios, la del 9-N ha sido una jornada de expresión de la voluntad de un pueblo liderada desde los ciudadanos, pero la Fiscalía ha dejado claro que no pasará por alto el papel que ha tenido la Generalitat en todo el proceso y ha anunciado que continúa recabando datos a la luz de las denuncias para valorar la existencia de responsabilidades penales.

En este sentido, Mas se puede enfrentar a delitos de desobediencia, prevaricación, sedición, omisión de perseguir delitos y malversación de fondos públicos. También se ha abierto diligencias contra la consellera de ensenyament, Irene Rigau, el responsable de Interiro, Ramon Espadaler y la vicepresidenta del Govern, Joana Ortega.

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La valoración del Ministro de Justicia de la actuación del Ejecutivo catalán que “han renunciado a cualquier apariencia de neutralidad“, hace pensar que se iniciará un proceso contra Mas y otros “promotores” del 9-N. Los delitos a los que se enfrentan el president del Govern y los consellers de Ensenyament e Interior pueden ser tan graves como malversación de fondos públicos, sedición, desobediencia o prevaricación, que podrían tener consecuencias penales para los implicados.

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¿HABRÁ DIÁLOGO CON RAJOY?

Aunque parezca incompatible con iniciar un proceso judicial contra las instituciones o gobernantes catalanes, se especula con que el Ejecutivo de Mariano Rajoy hará algún gesto para dar a entender que las relaciones mejoran y que se entra en una nueva “fase tras el 9-N”, ha asegurado Ferran Requejo, profesor de la Universidad Pompeu Fabra, en declaraciones a TV3.

Sin embargo, el experto se ha mostrado completamente escéptico a que se arreglen realmente las cosas entre España y Cataluña, tanto por el PP como por la propia narrativa política de los próximos meses, ya que se abre el año electoral de las municipales y autonómicas, antesala de las generales.

Por el momento, el president de la Generalitat ha manifestado que mandará una carta al presidente del Gobierno, valorando el 9-N y pidiéndole negociar un referéndum legal y vinculante para Cataluña. La respuesta de Rajoy aún está en el aire.

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¿QUIÉN DEBE LIDERAR EL POST 9-N?

Es el momento del liderazgo político

Hablan los expertos de que es el momento del liderazgo político y que la sociedad civil debe dar un paso atrás para dejar que las instituciones: Parlament, Govern y partidos vayan ahora en una misma dirección.

A pesar de que Artur Mas podría haber salido reforzado electoralmente, hay posibilidades de que acabe inhabilitado por el Estado en un eventual proceso en los tribunales. Ante este futuro, el líder de ERC, Oriol Junqueras, podría revelarse como un valor más sólido para capitanear el destino de los catalanes.

ELECCIONES ANTICIPADAS

El republicano repite un único mensaje: elecciones lo antes posible. Un adelanto que a Mas ni le conviene, ni le interesa porque el president podría ver revalorizada su figura tras el golpe de efecto del 9-N.

A Mas no le interesa avanzar elecciones

Así, los convergentes buscarán dilatar la llamada a las urnas tanto como puedan, jugando a buscar una lista unitaria, a trabajar para que el bloque soberanista consiga una candidatura de unidad, cuando en realidad lo que desean es llegar a la fecha electoral de 2016.

NUEVAS ALIANZAS: PSC

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Pero para acabar la legislatura con garantías y conseguir un nuevo acuerdo de gobierno que le permita, entre otras cosas, aprobar los presupuestos para 2015, el líder del Ejecutivo catalán necesitará establecer nuevos pactos. Y el PSC se perfila como la opción más plausible.

El líder de los socialistas catalanes se ha mostrado en más de una ocasión abierto a alcanzar acuerdos con CiU, ya despejada la variable de la consulta, nada debería impedir que socialistas y convergentes alinearan intereses ya que ambos buscan que los catalanes voten de nuevo, ya sea un referéndum o una reforma de la Constitución que permita aflorar la opción de la famosa tercera vía federalista.

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