La libra mantiene el tono positivo, mientras el petróleo sigue impulsando al rublo y al dólar canadiense

El mercado de las divisas se enfrenta a su evento más importante en la recta final de este año y que se espera que marque el tono de la operativa en los próximos meses, a medida que nos adentramos en 2017. El euro ha conseguido rebotar hasta niveles cercanos a los 1,0650, mientras el dólar se ha tomado y merecido respiro, en un entorno de toma de beneficios. Los operadores se muestran muy cautos antes de la gran cita con la presidente de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen.

Si bien el aumento de tipos de un 0,25% está más que descontado, las apuestas se reparten entre los que opinan que Yellen hará uso de la cautela y no se comprometerá a nuevas subidas de tipos y quienes creen que la presidente de la Fed dará la razón a los alcistas en el ‘billete verde’. Pero hay vida más allá del dólar: la libra está también en el radar de los analistas en la antesala de la reunión del Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés), a la vez que las divisas vinculadas al petróleo siguen subiendo impulsadas por los precios del crudo.

La divisa de Reino Unido se vio claramente apuntalada por los fuertes datos del indice de precios al consumo (IPC) de Reino Unido, cuyo resultado mostró como la inflación en la país se ha disparado hasta un máximo de 25 meses en noviembre. El cable (como se conoce al cruce libra/dólar) saltó por encima de los 1,27 dólares, pero encontró, una vez más, resistencia en la media móvil de 100 sesiones, en los 1,2760 dólares, que “está conteniendo cualquier rebote en la divisa”, señala Michael Hewson analista de CMC Markets.

La moneda británica tiene dos citas que esperan en el calendario: el informe de empleo de Reino Unido y la decisión de tipos de interés del BoE

Ante este panorama, el cable parece haber entrado en un rango del que le resulta difícil salir, indican analistas de Scotiabank, ya que el nivel de corto plazo desde el que podría girarse a la baja está entre los 1,2600/30 dólares, desde donde la libra podría “volver a intentar extender sus ganancias hasta el nivel de los 1,2800/20 dólares, donde descansan los mínimos iniciales posteriores al Brexit y que presenta una masiva resistencia para el cruce”, aseguran estos expertos. Contra el euro, la libra se ha apreciado recientemente hasta las 0,8350 libras, pero Hewson indica que la operativa en el cruce no se estabilizará hasta que no recupera el nivel de las 0,8480 libras.

La moneda británica tiene dos citas que esperan en el calendario: el informe de empleo de Reino Unido y la decisión de tipos de interés del BoE. Expertos de Danske Bank esperan que el desempleo suba una décima, hasta el 4,9%, desde el 4,8% actual. En cuanto al banco central, no esperan que los datos de inflación incidan en la reunión del Comité de Política Monetaria de la entidad de este jueves, ni cambien su retórica. “El resultado de la votación mostrará unanimidad en cuanto a que no haya cambios en los tipos de interés”, aseguran desde la entidad danesa.

SIGUE EL RALLY DE LAS DIVISAS VINCULADAS AL PETRÓLEO

En otro orden de cosas, el auge de los precios del crudo, después del acuerdo entre países miembros y no miembros de la OPEP de recortar la producción en cerca de 1,8 millones de barriles diarios. El dólar canadiense se ha disparado a máximos de ocho semanas, hasta un precio de 1,3102 dólares de Canadá contra el dólar de EEUU. Pero sin ninguna duda, el mayor ganador y la divisa que mejor se ha desempeñado desde la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses ha sido el rublo. La moneda acumula un auge de un 5,4% desde la semana pasada contra el dólar, ha alcanzado máximos de 16 meses y medio y ya se cambia por debajo de los 61 dólares.

El dólar australiano se ha visto también impulsado, a pesar de la caída en los precios del oro -materia prima a la que esta divisa está muy vinculada- y ha registrado un máximo de un mes contra el dólar en los 0,7524 dólares.