El peso argentino se desploma a nuevos mínimos históricos y arrastra al real brasileño

Las monedas emergentes más frágiles este año vuelven a las caídas este miércoles, con un nuevo mínimo histórico en el peso argentino, que encadena un desplome de siete jornadas consecutivas, hasta las 31,63 unidades por dólar. El Merval, por su parte, el mayor índice de la bolsa de Buenos Aires cerró en el rojo con una caída del 1,58%.

La persistente dolarización de carteras, el elevado gasto público así como la galopante inflación y la falta de confianza en el Gobierno del país para enderezar la economía han vuelto a arrastrar a la moneda. En el ánimo de los inversores también ha pesado un informe de la agencia de calificación crediticia Moody's en el que prevé que el resultado de la crisis monetaria argentina presente desafíos políticos para el Gobierno del liberal Mauricio Macri. Además, se verán afectados significativamente los principales indicadores crediticios soberanos, ha agregado.

No obstante, los expertos de Danske Bank señalan que el peso revertirá eventualmente su declive de más de un 67% este año, ya que se ha embarcado en reformas estructurales, ha recibido asistencia del Fondo Monetario Internacional y su banco central está firmemente comprometido a sujetar su divisa, con una tasa de interés de récord, al 45%.

Igual de negro está el panorama para el real brasileño. La divisa se ha desplomado a un mínimo de más de dos años y medio, cerca de los 4,15 reales por dólar, superando al anterior mínimo del 24 de agosto. Brasil se enfrenta a unas elecciones en octubre que elevarán la volatilidad en la moneda en las próximas semanas. Por el momento, su caída en 2018 asciende al 26%, pero según los analistas daneses es la región que hay que vigilar más porque mantendrá el contagio limitado, siempre que “no escale en una crisis”.

VUELVE LA VOLATILIDAD A LA LIRA

La lira turca, por su parte, vuelve a enervar a los inversores con un declive del 1,5%, hasta mínimos de casi 15 días en las 6,40 liras por dólar. Esta semana, la moneda otomana ha visto cómo se ha avivado la volatilidad tras el descanso vacacional de su mercado de la semana pasada, en medio de un gran escepticismo hacia que las medidas del Gobierno de Ankara logren reflotar su economía.

La situación en el país no tiene visos de mejorar y las apuestas de analistas y economistas se apilan en contra de una economía con una elevada posición de inversión neta negativa y de déficit de cuenta corriente. Expertos de Ebury esperan una mayor depreciación en la moneda eurasiática, a no ser que el país sea capaz de enderezar sus relaciones diplomáticas con EEUU. Una postura con la que coincide Danske Bank, que añade que la presión proseguirá mientras el banco central “no dé un puñetazo en la mesa y eleve los tipos de forma significativa”.

En el resto de mercados emergentes, el yuan ha cedido a mínimos de tres días ante el dólar y la rupia india ha marcado otro mínimo histórico en las 70,475 rupias por dólar en medio de una fuerte demanda del 'billete verde' en este cierre de agosto.