Análisis | Sánchez sale airoso del comité federal

Habrá congreso en mayo pero Sánchez irá a la investidura

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Bolsamania | 30 ene, 2016

Actualizado : 22:40

El comité federal del PSOE, planteado por los barones periféricos como un ejercicio de control sobre su secretario general, ha servido sin embargo a Pedro Sánchez para apuntalar su opción a someterse a la investidura para tratar de sacar adelante un gobierno “reformista y progresista”, cuyo pacto fundacional será sometido, si llega el caso, a la ratificación del propio comité federal y consultado a las bases. Serán estas, en definitiva, las que digan la última palabra.

Habrá congreso en mayo pero Sánchez irá a la investidura

El Congreso, finalmente, tendrá lugar en la semana del 21-22 de mayo, un mes antes de lo que proponía Ferraz, y será lógicamente posterior a la consulta a la militancia de la candidatura a la secretaría general –las primarias-, que se celebrará el 8 de mayo. El adelanto constituye una pírrica victoria para los críticos porque en ese plazo es prácticamente imposible organizar una candidatura alternativa a la de Sánchez, quien –se ha visto en el transcurso del comité federal- maneja con soltura los hilos del aparato. Y no puede descartarse que en estas fechas Sánchez sea presidente del gobierno.

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SÁNCHEZ ACEPTA NO PACTAR CON LOS SOBERANISTAS

La desconfianza poco explicable de algunos barones con mando en plaza, comandados por Susana Díaz –ya debilitada por la evidencia de su excesiva ambición, sin que su talla personal la justifique-, ha debilitado al PSOE, que terminaría seguramente de derrumbarse si hubiera nuevas elecciones inmediatas. Esta evidencia ha fortalecido a Sánchez, quien además está tratando de salir del atolladero de los endiablados resultados electorales del 20D de la manera más gallarda posible: cualquier propuesta habrá de basarse en un programa, en un ideario muy concreto, que ha de ser previo como es natural al reparto del poder. Además, Sánchez acepta como es natural la restricción que le impone su partido de no pactar, por acción o por omisión, con los partidos soberanistas, salvo el PNV, cuyo discurso no es ni independentista ni muchos menos insurreccional.

El candidato desafía a los barones con la consulta del programa a la militancia

La opción que propugna Sánchez pasa evidentemente por una aproximación Podemos pero también por la colaboración con Ciudadanos, sin que necesariamente hayan de estar los tres partidos en el hipotético Ejecutivo, aunque sí parecería lógico que los tres se embarcaran en los grandes consensos (reforma constitucional, recuperación del estado de bienestar, pacto educativo, etc.). La presencia de Albert Rivera en la operación sería en todo caso decisiva para serenar el panorama político y tranquilizar a los mercados.

Es muy perturbador en todo caso que la opinión pública perciba las reuniones del comité federal socialista como unas sistemáticas operaciones de acoso y derribo a la dirección del partido, en un juego detestable de ambiciones a cargo de personajes mediocres que desempeñan roles que exceden de sus capacidades. Los socialistas deberían reflexionar sobre esta peculiar manera de comportarse, que puede terminar socavando irremediablemente su ya muy mermado apoyo social.

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