Puigdemont afirma que el Gobierno amenaza al soberanismo por miedo: "Y más que daremos"
El presidente de la Generalitat de Catalunya ha declarado que "el Estado tiene un problema con la democracia"
- Para el gobierno de Mariano Rajoy, se trata de "otra iniciativa fracasada de los independentistas"
Actualizado : 17:07
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha reivindicado este sábado el derecho de los catalanes a decidir su futuro en las urnas el 1-O y ha dicho que el Estado reacciona con amenazas porque se da cuenta tarde de que el proceso soberanista iba en serio y ahora tiene miedo: "Y más que daremos".
Al clausurar el acto de apoyo al referéndum de las entidades municipalistas ACM y AMI, ha afirmado ante medio millar de alcaldes que "el Estado tiene un problema con la democracia" y que además tiene miedo de que los catalanes se expresen en un referéndum.
Desde el Paraninfo de la UB, ha atribuido ese miedo a que "cuando la gente sale a la calle y a votar, no defiende lo que quiere el Gobierno central".
Antes han intervenido los presidentes de la AMI, Neus Lloveras, y de la ACM, Miquel Buch, además de alcaldes y del vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, y se ha leído un manifiesto por el que los ayuntamientos prometen ceder espacios para el referéndum, apoyar al Govern y al Parlament, y no dar un paso atrás ante impedimentos políticos y jurídicos del Estado.
Puigdemont asegura que el Gobierno central no tiene de su parte "lo más importante, que es la gente"
EL ESTADO NO TIENE "LA GENTE"
En su discurso, Puigdemont ha dicho que el Estado cuenta con jueces, fiscales, abogados del Estado, diplomacia, 'lobbies' económicos y cloacas, ha dicho, con las que se siente fuerte, pero no tiene "lo más importante, que es la gente".
"Han pasado de la mofa a la amenaza, al estado de amenaza, que es la demostración mas clara de otro estado: el estado del miedo" de quien lo creía todo controlado pero se da cuenta de que no es así, y Puigdemont lo ha contrastado con el papel de los ayuntamientos y su compromiso con permitir la votación en el referéndum.
Además, ha constatado la voluntad de los alcaldes catalanes de escuchar y atender sin pedir antes qué opinión tienen sus vecinos sobre la independencia, y lo ha contrapuesto al Gobierno central, "que, en función de la respuesta, trata como ciudadanos de primera o como ciudadanos de segunda".
ROER LA DEMOCRACIA O REFORZARLA
En un juego de palabras, ha dicho que la disyuntiva que el Govern propone a la ciudadanía obliga a elegir entre urnas o 'arnas', "polillas" en catalán: "Las polillas que van royendo la democracia o las urnas que refuerzan la democracia y la hacen ganadora".
Puigdemont ha subrayado que el referéndum debe servir para escuchar la voluntad del conjunto del pueblo de Catalunya, "las verdaderas personalidades del país", en referencia implícita al reciente manifiesto firmado por un centenar de miembros del mundo político, jurídico y empresarial pidiendo que no se lleve a cabo el 1-O y que la Generalitat busque un acuerdo con el Gobierno central.
"OTRA INICIATIVA FRACASADA"
El Gobierno de Mariano Rajoy considera que la reunión del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, con alcaldes catalanes constituye "otra iniciativa fracasada de los independentistas" y del Gobierno catalán, que, a su juicio, utiliza a las corporaciones locales en el proceso secesionista para "eludir sus propias responsabilidades". Además, ha recordado que denunciará a los ayuntamientos que cedan locales para el referéndum. Así lo han asegurado a Europa Press fuentes de Moncloa.
El gobierno central denunciará a los ayuntamientos que cedan locales para el referéndum
Fuentes del Ejecutivo consideran que la convocatoria ha quedado "muy lejos" de las expectativas de sus organizadores porque se trata de "muchos menos" ayuntamientos de los previstos, en su mayoría de poblaciones pequeñas que, en su conjunto, representan apenas un tercio de la población.
Por todo ello, las mismas fuentes han subrayado que se trata de "otra iniciativa fracasada" de los independentistas y del Gobierno de la Generalitat, que ha intentando utilizar a los ayuntamientos para eludir sus propias responsabilidades.