Peter Thiel, el 'rebelde' de Silicon Valley al servicio de la administración Trump
El cofundador de PayPal ha tenido un papel importante en la llegada del candidato republicano a la Casa Blanca
- Su posición se ha situado en contra de los importantes figuras del sector tecnológico estadounidense
- El empresario de origen alemán forma parte, de momento, del equipo transición de Trump
Actualizado : 13:00
Peter Thiel es un rebelde con causa en Silicon Valley. El cofundador PayPal apoyó la campaña presidencial de Donald Trump en contra de la mayoría de líderes tecnológicos del país. Su apoyo quedó reflejado cuando, en la Convención Republicana de Cleveland, Thiel fue el único asistente de los 150 líderes del sector invitados.
No solo su presencia fue transgresora. Su discurso también estuvo a la altura. “No soy político, pero tampoco lo es Trump. Él es un constructor y es hora de reconstruir Estados Unidos. Estoy orgulloso de ser gay. Estoy orgulloso de ser republicano. Pero por encima de todo, estoy orgulloso de ser estadounidense”, apuntó el empresario. Sus arriesgadas palabras en el mes de julio suponían, por entonces, un importante espaldarazo para un candidato republicano que estaba siendo defenestrado en esos momentos por las encuestas y la opinión pública.
Una acción que tuvo un importante impacto en la campaña, ya que como señala Javier Morillas, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad CEU San Pablo,“Thiel rompía el tópico que los estrategas de la campaña de Hillary intentaron difundir de que Trump era solo apoyado por el electorado blanco poco formado”.
El empresario Peter Thiel amasa una fortuna de 2.700 millones de dólares, según la revista Forbes
El impulso de Peter Thiel a Donald Trump fue más allá de la presencia y el discurso público. El empresario donó 1,25 millones de dólares a la campaña del candidato republicano. Una cifra considerable para la carrera electoral, pero no tan importante para los 2.700 millones de dólares de fortuna que amasa Thiel, según apunta Forbes.
Un imperio levantado como empresario y administrador de fondos de riesgo. Su actividad más destacada fue como cofundador de PayPal y posterior venta por 1.500 millones de dólares a eBay. Aunque su labor como Business Angel le llevó a comprar en 2004 una 'start up' que se presentaba con el nombre de Facebook, donde Peter Thiel decidió invertir 500.000 dólares para adjudicarse el 10% de un proyecto que lideraba un tal Mark Zuckerberg.
En 2012, Thiel obtuvo 1.000 millones de dólares por aquel accionariado y, pese a esta venta, mantuvo su presencia en el Consejo de Administración de la red social. El empresario es uno de los miembros del privilegiado círculo de confianza del ahora mediático Mark Zuckerberg.
Su principal actividad en la actualidad es su plataforma de capital riesgo, Founders Found, donde Peter Thiel gestiona un capital de 3.000 millones de dólares y ha tomado participaciones en importantes compañías del sector de las nuevas tecnologías como Airbnb, Palantir, SpaceX, Lyft o Spotify.
Sin duda, una carrera empresarial y como inversor de éxito. Pero, tras su fuerte y arriesgado apoyo a Donald Trump, el nuevo presidente de los Estados Unidos ha decidido, de momento, concederle un puesto en su equipo de transición a la presidencia. Thiel emprende un proyecto diferente en su vida: comienza una tarea pública al servicio de Trump.
DOS EMPRESARIOS DE ÉXITO CON DOS DIFERENTES FÓRMULAS
Trump y Thiel comparten dos prestigiosas carreras empresariales, pero con fórmulas han sido opuestas. Mientras que el nuevo presidente de Estados Unidos levantó un imperio sobre tierra firme: mercado inmobiliario, hoteles, construcción, casinos y campos de golf. El miembro de su equipo de transición comenzó a redactar su historia de éxito en el mundo 2.0: alternativas de pago y transferencia a través de la red (Pay Pal), inversiones en redes sociales (Facebook) o aplicaciones de escucha de música en internet (Spotify), entre otras actividades destacadas del sector.
Por ello, la relación entre ambos puede ser fructífera para las dos partes. “Thiel ha actuado como representante ante el electorado de Trump de los emprendedores e innovadores de las nuevas tecnologías; es decir, en un sector alejado de los tradicionales negocios en los que el candidato había estado involucrado”, apunta Morillas. Mientras que el nuevo presidente puede ofrecer un prestigioso cargo en la amada nación del empresario.
Dos millonarios estadounidenses con sangre alemana que pertenecen a generaciones muy diferentes, Peter Thiel con 49 años y Donald Trump 70 años, y que puede que sea el motivo de que se sitúen en los polos del amor y el odio por la tecnología, respectivamente. Aunque siendo presidente de los Estados Unidos la alianza con este transcendente sector se convierte en algo vital.
PETER THIEL AL RESCATE
Donald Trump es enemigo de las nuevas tecnologías. El nuevo presidente de los Estados Unidos sigue mirando al océano de internet con temor y desde la orilla. Sus palabras en campaña contra la neutralidad de la red, su defensa del espionaje cibernético para frenar a ISIS e, incluso, su teoría de la financiación de China a hackers que atacan al país norteamericano evidencian su miedo al universo 2.0.
Pero el principal blanco de sus críticas han sido las empresas tecnológicas. Trump ha declarado la guerra a las multinacionales de la Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), principalmente, a Apple. Sus ataques a la compañía de Tim Cook durante la campaña se han basado en dos frentes: fabricar sus dispositivos en otros países y su enfado con la compañía con sede en Cupertino por no desencriptar el iPhone del terrorista de San Bernardino.
Un envite de un, por entonces, candidato a presidente de Estados Unidos a la principal compañía, en lo que a capitalización bursátil se refiere, de su país. Pero también Amazon fue objetivo de los ataques del magnate, ya que Trump afirmó en su campaña que “hay que aplicarle la legislación antimonopolio para que no arruine al comercio de calle”.
Según considera Jorge Díaz Cardiel, socio director General de Advice Strategic Consultants, esta confrontación resulta temeraria porque “las TIC multiplican por dos el crecimiento económico y por tres la productividad empresarial, especialmente en las pymes”. Además recuerda que “Trump ha ignorado a este sector, el cual fue muy bien tratado por Obama, y que ha mostrado de manera mayoritaria su respaldo a Hillary Clinton”.
En esta fractura podría aparecer Peter Thiel. Como reconoce Javier Morillas, “sería indicado para algún puesto en todo lo que se refiere a la agenda digital de la nueva administración y como nexo con el mundo de las TIC y Silicon Valley”, apunta el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad CEU San Pablo.
Una posición que no comparte Díaz-Cardiel, porque considera que “aunque Trump necesite un interlocutor con este importante sector del país, Thiel no sería la persona más adecuada para cumplir esta función”, ya que valora que este aspecto estaría muy cercano a la tecnocracia, una postura con la que “en Estados Unidos son muy reacios”.
Es evidente que Donald Trump le debe estar muy agradecido a Peter Thiel. El empresario alemán expuso su prestigio y credibilidad para respaldar públicamente al ‘políticamente incorrecto’ candidato republicano. No hay mejor lugar que la Casa Blanca para devolver un favor y, sin duda, la tarea más adecuada podría ser la de digitalizar la desactualizada nueva administración estadounidense.