Motín encubierto en los puertos catalanes en medio del conflicto entre Gobierno y Generalitat

El pulso que estos días protagonizan el Gobierno y la Generalitat de Cataluña se vive en todos los ámbitos. Nada se queda al margen, ni siquiera los puertos catalanes, donde se ha iniciado una nueva 'guerra' encubierta entre ambas partes. Aunque parecía imposible, la tensión también ha llegado hasta allí, después de que el Ejecutivo de Mariano Rajoy haya decidido enviar a Cataluña cuatro ferris para dar apoyo logístico a los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional que participan en el dispositivo especial puesto en marcha para impedir la celebración del referéndum convocado para el próximo 1 de octubre, que ha sido declarado ilegal por el Tribunal Constitucional.

El puerto de Palamós (Girona), dice que ha impedido al ferry enviado por Interior atracar "por falta de espacio"

El Ministerio de Interior ha desplegado un operativo especial para impedir que se desarrolle la votación convocada dentro de diez días. En concreto, ha anunciado que cuatro ferris recalarán en los puertos de Barcelona, Tarragona y Palamós (Girona) para dar hospedaje y apoyo logístico a los agentes de la benemérita y la Policía desplazados allí. Se prevé que en los próximos días se triplique el número de efectivos de estos cuerpos en la región, por lo que el Gobierno ha decidido enviar estos barcos.

No obstante, se está encontrando con más de un escollo. Uno de los ferris ya se encuentra en el muelle de Levante del puerto de Barcelona, mientras que otro ha amarrado en el de Tarragona. En las próximas horas llegará otro barco al puerto de la Ciudad Condal, mientras que estaba previsto que un cuarto recalase en el puerto de Palamós, pero la Generalitat lo ha impedido. Este puerto depende del departamento de Territorio del Gobierno catalán, que no ha permitido que atraque.

Fuentes del puerto aseguran que ha sido por “falta de espacio”, aunque no son pocos los que ven detrás de esta decisión, y teniendo en cuenta que Palamós depende directamente de la Generalitat, una reacción a la macro operación que este miércoles desarrolló la Guardia Civil contra los cargos del Ejecutivo catalán responsables de la convocatoria del referéndum, que se saldó con 14 detenidos, entre ellos Josep Maria Jové, 'número dos' del vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, y más de 40 registros.

Este Ferry, un barco de Trasmediterranea (Acciona) que estaba anclado fuera del puerto, se le denegó la entrada al puerto “porque teníamos la operativa completa”, según las mismas fuentes citadas por El Español. Aunque esta no es la única tirantez que ha surgido por la llegada de estas enormes embarcaciones a los puertos catalanes. Este mismo jueves los estibadores del puerto de Barcelona se han reunido en asamblea y han decidido no operar el buque enviado por Interior y que está ya atracado en el puerto de la Ciudad Condal.

En su cuenta de Twitter, la Organización de Estibadores Portuarios de Barcelona ha afirmado: “Reunidos en asamblea, los estibadores de Barcelona hemos decidido en votación no operar el buque Raphsody. En defensa de los derechos civiles” y “ante la situación política que se está viviendo en Cataluña”. En el comunicado que adjuntan al mensaje aseguran, además, que se trata de una medida “excepcional” que se mantendrá hasta que se resuelva este conflicto “por vías pacíficas y democráticas”.

¿TIENE EL GOBIERNO CONTROLADA LA SITUACIÓN?

El Gobierno asegura tener controlada la situación y todos y cada uno de los miembros del gabinete de Rajoy que han ofrecido declaraciones a los medios en los últimos días insisten en que el Estado de derecho está funcionando a la perfección y garantizan que el 1 de octubre no habrá referéndum, pese a que el president Carles Puigdemont ha confirmado que se mantiene. Incluso el portavoz del Ejecutivo y ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, ha dado por desactivado el referéndum.

Las protestas de los independentistas siguen sucediéndose en las calles de Barcelona y en otras zonas de Cataluña

No obstante, los problemas en los puertos catalanes, sin olvidar las protestas y concentraciones independentistas que siguen sucediéndose, este jueves a las puertas del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), vienen a insinuar lo contrario, que al contrario de lo que dice el Gobierno no todo está cerrado y que el conflicto está lejos de acabar.

Sobre todo porque no dejan de abrirse frentes. El último, los supuestos planes de Interior para sustituir a los Mossos d'Esquadra por su pasividad de los últimos días ante el recrudecimiento de la situación en Cataluña, algo que no ha tardado en negar el titular de esta cartera, Juan Ignacio Zoido. Precisamente el papel de la policía autonómica catalana ha centrado parte del debate, sobre todo por la complicada situación que viven estos agentes: deben cumplir con la legalidad y a la vez están a las órdenes de la Generalitat.