Medidas de seguridad contra Yihadistas británicos

El auge del Estado Islámico (ISIS) supone una auténtica amenaza para Occidente y, en especial, para el Reino Unido. Esta es una de las conclusiones que se desprenden de un informe redactado por la organización contra el terrorismo The Henry Jackson Society.

En su informe 'Yihadistas británicos: Prevención para viajar al extranjero y detener los ataques en casa' se muestra por qué el ISIS supone una verdadera amenaza para la seguridad nacional británica. Además, se ofrecen instrumentos de política prácticos para cumplir con los objetivos de lucha contra el terrorismo, esbozados por el Primer Ministro británico a principios de septiembre.

Por otro lado, el artículo muestra que el problema del retorno de combatientes destinados al Reino Unido no es nuevo. Los individuos con experiencia de combate y entrenamiento terrorista en el extranjero estaban involucrados en los delitos y ataques más graves en el Reino Unido entre 1999 y 2010.

De hecho, uno de cada cinco terroristas durante este período tenían formación en el extranjero o experiencia de combate. Esto supone el 41% de los que participaron directamente en los ocho grandes atentados a Reino Unido, incluyendo los del 7 de julio, el 21 de julio y el complot de bombas en aerolíneas.

USO SELECTIVO DE LA 'LEY DE TRAICIÓN'

El uso selectivo de la ley traición y la suspensión de beneficios proporcionan mecanismos alternativos y de alto perfil para disuadir a los combatientes extranjeros y enviar un fuerte mensaje sobre el tipo de comportamiento que el Estado británico tolerará de sus ciudadanos.

PREVENCIÓN DEL TERRORISMO

Las modificaciones a las actuales propuestas del Primer Ministro suponen legislar para permitir requisar el pasaporte sin prerrogativa real y mecanismos de supervisión independiente, así como un uso más generalizado de la prevención del terrorismo y los actos de investigación incluyendo a los potenciales terroristas.

MEDIDAS PROPORCIONALES A LAS AMENAZAS

Un protocolo estandarizado para todos los terroristas que regresen al país con una serie de medidas proporcionales a la amenaza que representan. Esto supone garantizar un nivel mínimo de contacto, así como un enfoque en la persecución de la promoción en Internet de contenidos de extremistas afincados en Reino Unido.

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