La nota política | Rajoy consolida su propuesta

Como es conocido, el presidente Rajoy ha optado por fiar su futuro electoral a la economía. Pretende que los ciudadanos le reconozcan su tarea frente a la crisis, hasta lograr el arranque de una potente recuperación. Y, desde luego, los datos van consolidando su propuesta: la EPA del segundo trimestre es buena sin matices.

“La creación de empleo registra su mejor trimestre dese 2005”, ha titulado “El País”. Hasta el número de hogares con todos sus miembros en paro, el dato habitualmente más tenebroso, ha bajado en el periodo en 136.000. Y en definitiva, Rajoy ha podido anunciar 500.000 parados menos que al comienzo de la legislatura, un cómputo que no puede dejar insensible al electorado. "Entonces éramos líderes en la destrucción de empleo y hoy somos líderes en creación de puestos de trabajo", ha dicho con razón el jefe del Gobierno.

La fuerza de los hechos y de los datos parece consolidar el binomio PP-PSOE, con ventaja de momento para el PP, y debilitar a las ‘nuevas formaciones’, que llegaron a su apogeo cuando las fuerzas tradicionales estaban bajo mínimos

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La cuestión catalana planea sobre el horizonte, y, salvo algún error garrafal que no es previsible, Rajoy tendrá también en este asunto ocasiones de lucimiento. Sea cual sea la opinión que merezca la tarea gubernamental en relación a Cataluña durante la legislatura, ahora, cuando la provocación independentista está a punto de llegar al cenit, sólo cabe firmeza, y el presidente del Gobierno parece dispuesto a adoptarla.

Si finalmente es preciso imponer con rigor y decisión el cumplimiento de la ley a quienes traten de violentarla, la formación gubernamental saldrá beneficiada de ello.

En definitiva, y por resumir, la fuerza de los hechos y de los datos parece consolidar el binomio PP-PSOE, con ventaja de momento para el PP, y debilitar a las ‘nuevas formaciones’, que llegaron a su apogeo cuando las fuerzas tradicionales estaban bajo mínimos. El retorno de la normalidad, la salida del pozo, tiende a potenciar el papel de las grandes fuerzas políticas, que están tomando la iniciativa y la delantera. Quienes daban por muerto el bipartidismo imperfecto se precipitaron evidentemente.

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